Integrar se conjuga en clase de español

Hilario L. Muñoz
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Cruz Roja duplica su oferta de grupos de idioma por la llegada de refugiados ucranianos gracias al apoyo de los voluntarios de la ONG

Integrar se conjuga en clase de español - Foto: Tomás Fernández de Moya

La llega de más de medio millar de refugiados de Ucrania a la provincia implica un arduo trabajo de integración que comienza por mejorar la enseñanza del idioma. Cruz Roja es una de las entidades que se ha reforzado y atiende a más de medio centenar de personas procedentes del programa de asilo, de la acogida extraordinaria y a alguno de lo que habitan con ciudadanos en sus casas. Cada día hay nueve grupos, explicó Ángela Mora, del servicio de Aprendizaje del Idioma de Cruz Roja, quien dijo que la intención es ampliar la oferta de clases, porque se esperan más refugiados. De esos nueve grupos, cuatro están dedicados en exclusiva a ucranianos.

Se trata de «un reto» porque la entidad ha necesitado duplicar sus servicios, aunque Mora explicó que hay multitud de servicios que se han abierto para el aprendizaje del idioma, incluidas apps que hasta ahora no eran gratuitas y se han abierto para los ciudadanos ucranianos.
 

DIFERENCIAS EDUCATIVAS.

La entidad ya ofrecía clases de español a quienes integran los programas de refugio, normalmente ciudadanos procedentes del África subsahariano y otras zonas de conflicto. Entre estos refugiados y los ucranianos hay una diferencia educativa, ya que entre los africanos hay personas con dificultades para leer y escribir y que hablaban dialectos, sin conocer idiomas como el francés o el inglés, que apoyen el aprendizaje de español. «A los ucranianos se les ofrece un curso puente para conocer el alfabeto latino y, luego, una enseñanza con «una media de diez horas semanales» y que se apoya con esas herramientas informáticas en el hogar.

Integrar se conjuga en clase de españolIntegrar se conjuga en clase de español - Foto: Tomás Fernández de Moya

La clave es crear «contextos de interés» comunes en la enseñanza del idioma, ya que trabajar en un marco de idioma para el mundo laboral, depende del futuro y de la duración futura del conflicto. «Hay que tener mucha delicadeza y mucho tacto» a la hora de plantear las clases y exponer ciertos temas , explicó el voluntario Miguel Ángel Galán, una de las personas que se encargan de estas clases, donde ve personas que no tienen claro aún su futuro, ni el tiempo que estarán en España. Con todo, hay ilusión, y toman notas en español y tratan de superar las dificultades del idioma, como «conjugar los verbos».

Integrar se conjuga en clase de español
Integrar se conjuga en clase de español - Foto: Tomás Fernández de Moya

Entre los alumnos se encuentra Tatiana, una ciudadana de Jarkov, que llegó hace unas semanas a España en autobús, con sus hijos, mientras en su país se quedó su marido y sus padres, con los que habla todos los días. «Vengo a clase de español y me siento feliz, con una sensación de tranquilidad». De hecho indicó que agradece el apoyo que recibe en España y cree que aprender el idioma es un modo de devolver el apoyo que recibe. Por una parte, le permitirá comunicarse durante el tiempo que esté en España, «sin depender de traductores», y también pensar en trabajar en un futuro, «si la guerra se alarga». Por otra parte, le servirá como modo de agradecimiento cuando regrese a su país, «traduciendo» o ayudando a los españoles que visiten su país.