Un patio de butacas al completo recibió este viernes a Sara Baras que llegaba a Ciudad Real con el espectáculo Sombras, con el que está celebrando el veinte aniversario de la creación de su compañía. «Jamás pensé que llegaríamos a esto» reconocía y agradecía la artista en una entrevista a La Tribuna días antes.
Un sueño que ha cumplido «gracias al público» al que ha dedicado de hecho este montaje que gira en torno a uno de los palos más difíciles y bellos del flamenco, la farruca. «Un palo durante décadas bailado por hombres» y que ella convirtió para maravilla del público asistente en el eje central de la historia de estas Sombras que lucieron especialmente sobre el escenario del Quijano, donde destacó por su elegancia de movimientos.
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Zapateo con fuerza, al ritmo de una música en la que se notaba la presencia de grandes de hoy como Ara Malikian, acompañada en todo momento por su cuerpo de baile que le siguió en esa apuesta suya de llenar el escenario de duende, arte, y baile. En resumen, un gran espectáculo llenó de luz.