Antonia Cortés

Desde mi ventana

Antonia Cortés


Asesinadas

28/04/2022

Otra mujer ha sido asesinada en México. Tenía 18 años y se llamaba Debanhi Escobar. Ocurrió hace unos días. Primero, su desaparición; luego, el hallazgo de su cadáver. Estaba en la cisterna de un motel de Monterrey.  Escalofriante, sí… como tantas y tantas historias: acribillada a tiros, colgada de un puente, tirada en una cuneta sin cabeza...
El caso de la joven Escobar es el último que ha trascendido y ocupado los telediarios y las páginas de los periódicos, pero, seguramente, y pese al poco tiempo trascurrido, alguna mujer más ya no tendrá la oportunidad de diseñar su futuro. No siempre se denuncia, no siempre la víctima tiene a alguien que la echa de menos, que nota su ausencia. Ni el derecho a figurar en una lista les queda.
La violencia que se ejerce contra las mujeres crece y se extiende como un virus mal curado, como una plaga. Solo en ese país, el pasado año, sin contabilizar el mes de diciembre, un total de 3.462 fueron asesinadas. Durante años, hemos escuchado hablar de los feminicidios en Ciudad Juárez, localidad del estado de Chihuahua cercana a la frontera de Estados Unidos. Su nombre dio la vuelta al mundo. Qué tristeza ser conocido por el lugar donde se mata a más mujeres. Pero no es un problema de una zona u otra. El horror se repite por los distintos estados mexicanos. Por muchos rincones de este mundo caótico y enloquecido.
Mujeres encontradas muertas que nadie reclama; mujeres que no tienen un nombre y un apellido, porque carecen de documentación; mujeres que no son identificadas, porque no hay financiación o ganas de hacerlo; mujeres en el olvido porque es lo que interesa, quizá el conocimiento de los autores de esos crímenes nos pondría los pelos más de punta, si es que eso es posible. Mujeres por las que nadie llora a los pies de una tumba. Y hombres que también son asesinados cuando investigan más de la cuenta. Mafias y corrupción no quedan al margen.
Jóvenes y niñas sufren una violencia desmedida en ese México lindo y querido que tanta belleza desborda. Solo en este primer trimestre de 2022, 229 ya no volverán a ver un atardecer en la Plaza de las Tres Culturas de México, en el puerto de Veracruz o en las ruinas maravillosas de Oaxaca. Cifra muy parecida a la registrada en Colombia con 225. Y es solo un ejemplo.
Lo terrible es que esta violencia no solo no disminuye, sino que aumenta en América Latina y en otros continentes. Datos de organismos oficiales de distintos países y de ONG nos muestran una realidad amarga y cruel. En Brasil, 1.319 fueron asesinadas en el 2021; en Colombia, el dato se acerca a esta cifra. Y podríamos hablar también de Honduras, Venezuela o Guatemala…
Machismo, maldad, pobreza, venganzas, celos, corruptelas, sexo… Tantas y tantas causas. Busquemos soluciones: educación y prevención, y denunciemos la impunidad que existe. Los casos que nunca se resuelven son tan alarmantes como los de las asesinadas.

ARCHIVADO EN: Violencia, México, Machismo