tempora Ciudad Real, la exposición que reúne en el Museo de la provincia más de 250 piezas del patrimonio arqueológico de Ciudad Real, abrió sus puertas de la mano del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien aprovechó la cita para referirse al pasado histórico y al futuro de la política cultural. Los invitados a esta inauguración se reunieron en el Convento de La Merced, donde se realizó el acto inaugural, para a continuación trasladarse al Museo de Ciudad Real.

En su intervención, recordó que la muestra es fruto de 40 años de investigación y que «cuando se comenzaron a enseñar las piezas no éramos Castilla-La Mancha y en muchos aspectos no éramos tampoco España y, seguramente, no éramos Europa». De cara al futuro, anunció que en los próximos años se establecerá una ley para los nuevos artistas, para los que se blindarán las ayudas, lo que generará «un buen legado» a 100 o 200 años.

Por su parte, la consejera de Cultura, Rosa Ana Rodríguez, constató que Atempora, se ha convertido en una marca de calidad en la cultura.

Diversos momentos del acto inaugural y el recorrido por la exposición. - Foto: Tomás Fernández de MoyaLa muestra ocupa la segunda planta del edificio del pasaje de Pérez Molina, donde traza un recorrido de 350.000 años desde el Paleolítico a la Edad Moderna, al que se añade un audiovisual dedicado a la aplicación de las nuevas tecnologías al patrimonio cultural.

El trayecto está salpicado de reconstrucciones, algunas bastante llamativas, como las dos de la primera sala, que muestran a una familia del Paleolítico en su ambiente natural y la otra la realización de una pintura rupestre en un abrigo de piedra. A su alrededor, diversas vitrinas muestran distintos utensilios labrados en piedra recogidos en diversos yacimientos.

La sala del Bronce de La Mancha reproduce una vivienda y distintas técnicas de enterramiento, que se corresponden con los hallazgos realizados en la Motilla de Azuer y en el yacimiento de La Encantada, de Granátula de Calatrava.

Diversos momentos del acto inaugural y el recorrido por la exposición. - Foto: Tomás Fernández de MoyaEl espacio dedicado a la cultura ibérica recoge restos de esculturas, cerámicas, orfebrería y armas, entre ellas, la falcata de Alarcos.

La sala de la Hispania romana alberga la reproducción de una prensa de bodega hallada en una villa romana, diferentes piezas de cerámica y varias herramientas, que se complementan con una muestra de la antigüedad tardía,  con una lápida sepulcral como elemento principal.

La sección de la Edad Media se divide entre el legado andalusí y el castellano; con Calatrava la Vieja y Alarcos como principales fuentes de procedencia de los materiales expuestos. La Edad Moderna, se representa con el tesoro de monedas de los siglos XVIII y XIX hallado en la calle Toledo de la capital.

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