La seguridad, en riesgo por el teletrabajo

Hilario L. Muñoz
-

Más de 14.000 activos informáticos tienen alguna brecha de seguridad según los datos del Instituto Nacional de Ciberseguridad que alerta de un aumento de los intentos de ataque

La seguridad, en riesgo por el teletrabajo - Foto: Rueda Villaverde

La crisis sanitaria ha conllevado que muchas personas hayan tenido que convertir los equipos informáticos de sus viviendas en las nuevas herramientas de trabajo. Se trata de una situación que conlleva múltiples problemas de seguridad, porque un sistema personal, conectado a una red de empresa puede suponer graves daños económicos, materiales y temporales. Por este motivo, el Instituto Nacional de Ciberseguridad inició una campaña para dar cuenta de los peligros del teletrabajo. Para hacerse una idea, los datos del Incibe muestran que la provincia de Ciudad Real tiene 14.577 activos únicos con problemas de seguridad detectados en la provincia durante el primer cuatrimestre, hace un año eran 6.124. El incremento es fruto de una mayor consciencia, ya que para que el Incibe cuente un activo con problemas, este debe tener una herramienta del instituto. En Castilla-La Mancha hay 62.909 activos con estos problemas.

«Un activo tecnológico con problemas de seguridad es cualquier equipo, sistema, servicio o red que puede verse afectado o estar relacionado con alguna actividad maliciosa», puede ser, por ejemplo, que tenga páginas de redirección a un phishing, descarga de malware, envío de correo basura, exfiltración de datos, aspectos que deben ser detectados en estos momentos en que equipos personales se conectan a información sensible.

De todos los equipos informáticos con problemas el 20 por ciento se ubica en la capital y el 11,5 por ciento en Puertollano. Les siguen por orden de importancia: Tomelloso, Valdepeñas, Alcázar de San Juan, Daimiel, Almadén, Almagro, Almodóvar del Campo y Piedrabuena. La mayoría de los equipos se encuentran infectados por malware, esto es, software que provoca que el equipo no actúe como debe.

El responsable de Servicios de Ciberseguridad para Empresas y Profesionales de Incibe, Marco Lozano, apuntó que durante el coronavirus ha habido un incremento del dos por ciento en toda España, no existen datos desglosados, de intentos de ataque. «Todas las campañas en el primer cuatrimestre eran campañas genéricas pero ahora con la crisis sanitaria todas las campañas se dirigen a temas de COVID-19». Se trata de herramientas que los ciberdelincuentes tratan de usar para acceder a los equipos como con temas relacionados con el coronavirus y que hacen referencia a logística, a sanitarios o a administraciones públicas. «El señuelo que utilizan son multas, ERTE y situaciones laborales» más allá de la suplantación de identidad que se realiza de los bancos. A estos aspectos, desde el Incibe recuerdan nuevos peligros del teletrabajo como son intentos de contactar con los trabajadores como si se tratase de técnicos de la oficina o compañeros y que intentan realizar actuaciones en los equipos. Igualmente el Incibe ha detectado algunos intentos de ataques en los que se realizaba una falsa encuesta sobre el COVID-19 y que buscaba recopilar datos de los usuarios para fines maliciosos.

Ya en la provincia, a lo largo de 2018, el último sobre el que ofrece datos cerrados el Ministerio del Interior, la provincia anotó un incremento del número de ciberdelitos, con especial incidencia de los fraudes informáticos, que suponen ocho de cada diez delitos que se cometen con un ordenador de por medio, seguido, muy de lejos, de amenazas y coacciones y las falsificaciones informáticas.

Hasta mediados de abril, La Policía Nacional había bloqueado un total de 45.773 dominios web maliciosos relacionados con el COVID-19, siendo los delitos más comunes durante el estado de alarma y la crisis del coronavirus las falsas ofertas de trabajo, venta de material sanitario mediante empresas y páginas web inexistentes, y el phishing (engaño haciéndose pasar por una persona, empresa o servicio de confianza).

Eso sí, no todos los delitos que han crecido durante la alarma están referidos al fraude económico online, ya que la Policía también advierte de los que tienen que ver con extorsiones o pornografía infantil: «Con el confinamiento, el sujeto activo no puede cometer el delito del mismo modo, por lo que pasa a otra esfera en la que se puede delinquir a distancia como a través de internet».