Almadén sigue poniendo especial atención en el mantenimiento y puesta en valor de su patrimonio. Y con ese objetivo, el Ayuntamiento ha regulado el acceso y los horarios a los principales monumentos turísticos de carácter municipal como el museo taurino, la plaza de toros y el castillo de Retamar a través de una ordenanza, que databa del año 2014, y cuya actualización entrará en vigor antes de fin de año tras superar el actual periodo de alegaciones. Estos cambios, explica el edil de Turismo, Demetrio Fuentes, suponen establecer sinergias de colaboración entre el Consistorio y los informadores, guías turísticos y empresas de turismo para el conocimiento y defensa del patrimonio de la localidad y organizar mutuamente el acceso y los horarios.  

Y es que, la normativa anterior, continúa explicando, no establecía ni cómo, ni cuándo ni qué sitios se podían visitar, sólo regulaba los precios de entrada. «No existía ni horarios ni aforos», matiza. Así, de esta forma, el horario de visitas se ha establecido de 09.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 19.00 en invierno y de 17.00 a 21.00 horas en verano. «Queremos que la gente se acerque hasta la localidad conozca bien y a fondo su patrimonio», subraya al tiempo que manifiesta que se podrá acceder a estos lugares previa solicitud por escrito de la llave de entrada a los mismos, y «sólo podrán solicitar estas llaves los guías oficiales, informadores turísticos o empresas que cumplan las especificaciones de la actual reglamentación sobre este tema en vigor en Castilla-La Mancha».

Pero con la llegada del coronavirus a la localidad, el Ayuntamiento apostó también por modificar el aforo en estos emblemáticos lugares reduciéndose al 50%, y teniendo en cuenta las condiciones sociosanitarias vigentes en cada momento. En este sentido, Fuentes señala que en el museo taurino y en el castillo de Retamar el aforo máximo se ha establecido en cinco personas, cuando antes de la pandemia era de diez. Mientras en la plaza de toros, conocida por su peculiar forma hexagonal, el máximo de los grupos en el albero será de 25 personas con un límite de tres grupos simultáneos separados entre ellos a una distancia mínima de diez metros. Antes, el aforo máximo era de 50 personas. La ordenanza regulará también los aforos permitidos una vez que se haya superado la pandemia.  

Asimismo, con la finalidad de frenar la propagación del coronavirus, la ordenanza recoge también la obligatoriedad de informar al Ayuntamiento del recorrido que se va a seguir por cada una de las visitas concertadas y explicar el procedimiento a utilizar para separar la circulación de los diferentes grupos.

Cambios, argumenta, que eran «necesarios». No sólo por la pandemia, manifiesta, sino también por regular las visitas en un municipio rico en patrimonio y que ostenta desde 2012 la declaración de Patrimonio de la Humanidad otorgado por la Unesco, quien reconoció el valor de las minas de mercurio como las más grandes del mundo en una candidatura que se presentó junto a la ciudad de Idrija, en Eslovenia, conformando ‘La Ruta del Mercurio’.