Partido vibrante y con muchos goles entre el Atlético de Madrid B y el Formac Villarrubia. Los locales golpearon primero con el gol de penalti de Giuliano pero Homet, antes del descanso lograba la igualada. Tras el paso por vestuarios Ricard anotaba el segundo tanto local y Julen Colinas, mediada la segunda parte y a pase de Carlos Martínez, anotaba el definitivo 2-2. Ambos conjuntos siguen luchando por evadir el descenso y están a tan sólo un punto de la tercera posición, ocupada actualmente por Las Rozas.

El conjunto rojiblanco comenzó a asomar por el área de Álvaro Robles y en el minuto 24, disparo de Camello al que le realiza una excelente intervención el meta visitante. Dos minutos después sería el conjunto rojiblanco el que crease peligro, esta vez por mediación de Mario que estrellaba el esférico en el palo.

El coraje visitante salió a relucir en el 35 con una doble ocasión, primero Hakim con un disparo a las manos del portero y acto seguido, Toni Seoane se introducía en el área y cruzaba en exceso ante San Román. El primer tanto del partido fue desde el punto de penalti. Pena máxima clara sobre Camello que Giuliano Simeone no fallaba.

Parecía que el 0-1 sería el resultado al descanso pero una jugada embarullada dentro del área del Atlético de Madrid B lo aprovechaba Dani Homet para lograr el gol del empate. En la segunda mitad llegó rápido el tanto rojiblanco. En el minuto 48 una carrera de Mario por banda izquierda le daba una asistencia a Ricard que significaba el segundo gol local.

El Villarrubia no bajó los brazos y en el minuto 65 llegaría el empate. Carlos Martínez le ponía un centro a Julen Colinas que batía a San Román. La ocasión más clara local la protagonizó Camello en el 69 que se ponía mano a mano con Álvaro Robles y éste le sacaba providencialmente el esférico.

En el 76, otra vez el Atlético de Madrid B volvió a gozar del gol pero siempre Álvaro Robles paraba a bocajarro un disparo de Giuliano. También tuvo Ayoub en el 80 la ocasión para el tercer gol visitante pero esta vez sería San Román el que detuviese el disparo. El encuentro terminaría con la enésima intervención del meta visitante a Camello, que terminaría con las manos en la cabeza ante las innumerables ocasiones falladas ante el bravo portero contrario.