Javier López

NUEVO SURCO

Javier López


A vueltas (de nuevo) con el Tajo

18/05/2022

De nuevo suena fuerte el río de nuestra vida a cuenta, entre otras cosas, de la aprobación, por parte del Consejo del Agua, del Plan Hidrológico del Tajo que pone negro sobre blanco las regulaciones fundamentales de su agua en un periodo que se extenderá hasta 2027.  La aprobación fue clara a principios del mes de mayo, aunque no faltaron las discusiones: cuarenta y siete votos a favor, veintidós en contra, cuatro abstenciones. El documento recoge un incremento gradual del caudal ecológico en Aranjuez,  que lógicamente tendría que terminar provocando una merma del trasvase. El objetivo final del trasvase cero estaría más cerca, dicen los optimistas, aunque aún es mucho decir a estas altura y con lo que ha llovido ya sobre un terreno marcado por las decepciones. El presidente de Murcia, Fernando López Miras, al hilo de la noticia, llegó a manifestar  en sus redes sociales que: «El gobierno de Sánchez ha dictado sentencia de muerte para el trasvase Tajo-Segura. La aprobación del plan del Tajo es otro paso más en su hoja de ruta. Lucharemos hasta el final para defender los intereses de la región de Murcia». Las espadas de nuevo por todo lo alto, como en los más renombrados tiempos de la lucha por ese agua que parte de nuestra tierra y llega a los regadíos del Levante sin que el grifo de la solidaridad interterritorial se haya cortado en ningún momento, invariablemente durante más de cuarenta años, mientras que la dinámica dialéctica entre los representantes de las dos regiones permanece igualmente inalterable.  Por si faltara poco condimento a la última tensión a cuenta de las aguas compartidas, o mejor dicho, trasvasadas de aquí hacia allá, la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, en un encuentro de la Red de Ciudades Alfonsíes celebrado en el consistorio murciano, manifestó: «La ciudad de Toledo viene desde hace tiempo demandando algo que es justo y necesario, pues el Tajo es un río contaminado y se debe al trasvase y a la falta de depuración en Madrid». Tolonada total, valentía en terreno contrario y agua amarga sobre la gozosa reunión de las ciudades tocadas  por la varita del rey sabio. Al día siguiente el PP del consistorio murciano estaba solicitando la reprobación de la alcaldesa toledana y su declaración como persona non grata en la ciudad de Murcia. La sangre, sin embargo, no llegará al río que sigue abrazando, aún con todas sus penurias, a la Ciudad Imperial, eso sí, contaminado y lánguido.
Sin embargo, el Plan Hidrológico del Tajo aprobado recientemente también ha recibido críticas de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que sigue manteniendo una buena relación con Emiliano García-Page y no acostumbra a pisar ampollas en estos terrenos, pero que ha manifestado que el Plan  Hidrológico del Tajo «quiere reducir al agua de Madrid y condicionar a una autorización previa la derivación del agua del Alberche al embalse de Valmayor que da de beber al veinticinco por ciento de los madrileños». García Page, por su parte, apunta hacia Murcia, en la dinámica tradicional, y ya anunció a principios del mes de Abril que pedirá una reunión con Pedro Sánchez para hablar de agua y apremiar para la puesta en marcha de las desaladoras del Levante como alternativas al trasvase.
El fin del trasvase es finalmente el horizonte que se presenta en Castilla-La Mancha como la meta anhelada. ¿Será posible? ¿Se acerca a ese objetivo final el plan aprobado?. No todos lo tienen muy claro. También ha habido criticas razonadas de parte la Plataforma en Defensa del río Tajo que considera que el documento sigue siendo un despropósito medioambiental lesivo para los caudales ecológicos establecidos en varias sentencias del Tribunal Supremo, la última (marzo de 2019) de vital importancia para apoyar cualquier defensa seria del final del trasvase. Pero lo cierto es que la aprobación por parte del Consejo del Agua es el aval necesario para que el Ministerio de Transición lo integre en el Plan Hidrológico Nacional y lo coteje con el plan del Segura. Mientras tanto, las aguas irán volviendo a su cauce con pequeños sobresaltos como los vividos en las últimas semanas. El Tajo sigue siendo un clásico de la agenda política, al menos de Castilla-La Mancha y Murcia, que solamente dejará de tener sentido cuando el reparto de las aguas de  España tenga una solución más equitativa a la que pasa por llevar el agua que le falta a Murcia de las existencias hídricas de un Tajo que a todas luces no anda ya para muchas fiestas.