Los alumnos que pasan de curso vuelven a cifras de normalidad

Hilario L. Muñoz
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Hay una diferencia de 10 puntos entre quienes promocionan del curso 19/20 al 20/21. Los sindicatos creen que la nueva ley busca cifras tan elevadas como en la pandemia

Los alumnos que pasan de curso vuelven a cifras de normalidad - Foto: Tomás Fernández de Moya

El año del COVID, 2020, cogió por sorpresa a muchas áreas y entre ellas a los colegios e institutos, que optaron por levantar la mano y salvo excepciones muy notables, lograr que la mayor parte de estudiantes no perdieran un curso debido a la pandemia. Los datos son ya conocidos, con un porcentaje de estudiantes que promocionaron del 99 por ciento en Educación Primaria, del 98 en Bachillerato y del 94 en Secundaria en la provincia de Ciudad Real. Son cifras que no se habían alcanzado jamás en la provincia y que al curso siguiente, el 20/21, regresaron a la normalidad, a los datos que se vienen produciendo año tras año y que indican que aproximadamente un 13 por ciento de los estudiantes de ESO repite, con un porcentaje similar en Bachillerato. Pese a lo extraordinario, los sindicatos advierten que esas cifras pueden ser un adelanto del camino al que se dirige la educación, con los nuevos criterios de evaluación, con los que repetir será una excepcionalidad.

Las estadísticas del curso 20/21 fueron publicadas por la Consejería de Educación en el avance de datos que cada año realiza. En ellas se refleja a la perfección ese intento por evitar que la pandemia, con las clases en casa, y el confinamiento, tuviera un reflejo en las calificaciones. Una situación inesperada que hizo que muchos estudiantes pasaran de curso, en ocasiones sin los conocimientos necesarios, o que obtuviesen el título. Esto se refleja por ejemplo en Primaria, donde solo repitieron 272 estudiantes de más de 30.000 en el año del COVID, y al curso siguiente el dato bajó al 97,15 por ciento de alumnos que promocionan. Se trata del dato más bajo, por décimas, del último lustro, hay que remontarse al curso 2015/2016 para encontrar uno menor. El resto se sitúa en datos similares a los que se cerró el curso 18/19.

La presidenta provincial de ANPE, Mónica Sánchez de la Nieta, recordó que las cifras del curso de la pandemia son datos que pueden repetirse en los próximos años debido a los criterios que se proponen. Por ejemplo, en Primaria y ESO solo pueden repetir curso en dos ocasiones, si se falla una vez en Primaria, solo se puede repetir otra vez hasta cuarto de ESO, por lo que los porcentajes de estudiantes que promocionan aumentarán. «El problema que hay es que si no estaba preparado para titular en ESO y se van a inscribir en Bachillerato, los padres deberían ser orientados sobre cómo continuar en la educación postobligatoria», indicó. De hecho, la nueva ley educativa, en su opinión, «en lugar de premiar el esfuerzo, lo que hace es flexibilizar, bajando niveles y dando la opción de promocionar y titular a alumnos que deberían tener otras opciones».

En este sentido, como demuestran los datos al pasar del curso del COVID al siguiente, «no se disminuye el fracaso escolar, bajando los niveles, sino aumentando los refuerzos y apoyos, bajando las ratios y atendiendo mejor la diversidad». En el año de pandemia hubo un incremento de esfuerzos que «se han eliminado», pese a que son muchos los estudiantes que tienen carencias del curso que pasaron en casa. Además, para Sánchez de la Nieta hay un momento actual en el que es necesario que se conserve el número de profesores, sin que la contratación se vea afectada por la caída de la natalidad. «Es imprescindible para mejorar la educación y estos resultados», indicó la presidenta de ANPE.

Por su parte, para Fernando Villalba, coordinador regional de STE-CLM, hubo una situación extraordinaria con la pandemia que se puede convertir en la norma con los nuevos criterios. «Con la nueva ley educativa no va a haber repetidores», indicó Villalba, acogiéndose a esa idea de que solo se va a repetir dos veces en la etapa obligatoria y a que el hecho de hacer que un alumno repita implicará «una carga burocrática» muy difícil de aportar para los docentes. «En dos años van a bajar las cifras de fracaso escolar», con unos criterios similares a los que hubo en el año de la pandemia y que propiciaron los mejores datos de promociones de alumnos. «El COVID se adelantó a la filosofía de estos próximos años y se cambió el criterio de evaluación», dijo Villalba, quien considera que debería haber una diferencia entre promocionar, pasar de curso y titular, obtener la ESO o el Bachillerato.

Recordó que las cifras marcan que un 30 por ciento de estudiantes en España, aproximadamente, repiten cada año y de estos, solo a un cinco por ciento «le servía para algo», al año siguiente promocionan sin volver a repetir. «También se puede mirar por el otro lado y decir que al 25 por ciento de estudiantes que repite no le servía para nada». De hecho, hacían de nuevo el curso una vez y otra, y «acaban cuarto sin el título de la ESO», con el coste que implica, ya que cada plaza en la escuela pública implica una inversión de entre 5.000 y 7.000 euros. «Lo que se quiere es converger con las estadísticas europeas de fracaso escolar y abandono temprano», para lo que hay intención de impulsar la FP y que se nota también en los preparativos que se está haciendo de cara la Secundaria, donde se han integrado programas de diversificación, para obtener el título y pasar a la formación profesional, sin necesidad de inscribirse en la FP básica.