Un rayo de esperanza iluminó la tarde del Martes Santo. Amenazaba lluvia y muchos temieron que Medinaceli y Nuestra Señora de la Esperanza se iban a quedar un año más en el guardapasos, pero poco antes de las siete de la tarde, en medio de los nubarrones, un rayo de sol iluminó el rostro de la Virgen cuando apareció en la puerta.
El cielo se abrió para recibir a la Luz de la Esperanza del barrio del Pilar y de toda la ciudad. Era un anhelado reencuentro tras dos años de pandemia. Desde las cinco y media de la tarde muchos ciudadrealeños enfilaban la calle de la Mata en dirección al barrio del Pilar donde les aguardaba la Virgen de la Esperanza y Jesús de Medinaceli. Para entonces otros ya habían tomado posiciones para ver partir la procesión que abría el Niño de los Remedios, portado por un grupo de costaleros. El paso iba adornado con claveles blancos y un centro de flores de color azul y amarillo en recuerdo al pueblo ucraniano que libra una guerra iniciada por Rusia. A las 18.24 horas se abrieron las puertas y apareció la imagen de Jesús de Medinaceli despertando sentimientos que exceden de la fe religiosa. Inició su peregrinar envuelto en su túnica morada, sobre un tapiz de claveles rojos y a los acordes del Ave María de Caccini interpretada como solo sabe hacerlo la Agrupación Musical Santo Tomás de Villanueva.
Magnífica imagen de Medinaceli con la corona de espina y maniatado - Foto: Tomás Fernández de MoyaSobre su cuadrilla de costaleros, moviendo el viento su túnica, Medinaceli caminaba hacia la Iglesia del Pilar de donde partió la procesión vespertina del Martes Santo.
Poco después iniciaba su peregrinar la Virgen de Esperanza majestuosa en su paso de palio profusamente adornado con flores blancas. Las amenazantes nubes fueron desapareciendo, abriéndose el cielo para dar paso a la Esperanza.
Emoción, fe y recogimiento a su paso. La Agrupación de Música de Calzada acompañó a la Virgen. Al salir interpretó el himno de España y a continuación Amanecer con Triana. La procesión transcurrió con recogimiento y ordenada. Penitentes y mujeres ataviadas con la tradicional mantilla acompañaron a Medinaceli y la Esperanza. Un largo peregrinar que muchos ciudadrealeños presenciaron sin perderse el encuentro en la plaza Mayor.
Devoción y fe patentes - Foto: Tomás Fernández de MoyaLa alcaldesa de Ciudad Real, Eva Masías, ostentó la presidencia civil junto a los hermanos mayores.
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El presidente del Partido Popular regional, Paco Núñez, se desplazó hasta Ciudad Real para ver la procesión del Martes Santo acompañado de la plana mayor de los populares ciudadrealeños.