La reforma laboral ha tenido ya un primer efecto en la evolución del mercado del empleo en la provincia: el incremento de los contratos indefinidos que crecen en el arranque de 2022 como no lo habían hecho en la provincia, y también en la capital. Los datos son los que aporta el Ministerio de Empleo y se resumen en una cifra: 708 altas laborales en marzo fijas, sin fecha de caducidad solo en la capital. Nunca antes se habían dado de alta a tantas personas con un contrato indefinido en Ciudad Real capital, según la estadística del Servicio Público de Empleo Estatal en el plazo de un mes, el de marzo, que dejó uno de cada cuatro nuevos contratos indefinidos. 

Para hacerse una idea del despegue de este tipo de empleo más estable, hay que recordar que esa cifra de altas indefinidas localizadas solo en la capital es casi la misma que la que se registró en el último mes de agosto, pero en toda la provincia, cuando se sumaron poco más de 800.

Por sectores, la mayor estabilidad apunta hacia el sector de la construcción, por ahora, el más beneficiado de esta reforma. Uno de cada tres contratos fue indefinido y en municipios como Valdepeñas, Herencia, Malagón, Membrilla o Socuéllamos las altas laborales superaron el 40% del total en el ladrillo. En el otro lado, la industria, que sigue marcando datos de temporalidad que superaron el 95 por ciento en la capital. El grupo de actividades que más empleo genera en la capital, el de los servicios, arrojó una temporalidad del 81% en Ciudad Real, también el más alto que se ha anotado nunca en la serie histórica del Servicio Público de Empleo Estatal.

El mayor impacto, sin embargo, de la reforma laboral en esa estabilidad en los contratos se localiza en Bolaños de Calatrava, donde en el último mes el porcentaje de indefinidos rozó el 39%.