Petro se asoma al poder

M.R.Y. (SPC)
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El exalcalde de Bogotá ha moderado su discurso y apunta a un arrollador triunfo en la primera vuelta de las elecciones que permite a la izquierda soñar por primera vez con la Presidencia

Petro se asoma al poder - Foto: LUISA GONZALEZ

Los fantasmas del pasado han vuelto durante la campaña electoral de Colombia, que este domingo celebra unas elecciones en las que la izquierda puede capitalizar el cambio que reclama el país para llegar por primera vez al poder de la mano de Gustavo Petro. Favorito en todas las encuestas, el exalcalde de Bogotá ha denunciado varios intentos de asesinato durante las últimas semanas, rememorando tiempos turbios en los que la FARC atentaba contra los procesos democráticos e, incluso, varios candidatos presidenciales fueron secuestrados o perdieron la vida en atentados.

Sin embargo, y por suerte, aquellos momentos más oscuros del país sudamericano parecen ya una página superada -si bien el conflicto sigue sin estar lejos de acabar- y, aunque la tensión se mantiene, los colombianos están llamados a elegir a su próximo jefe del Estado, al sucesor de un Iván Duque que podría haber desgastado a la derecha tras cuatro años de mandato.

En un país donde la corrupción es una constante, la desigualdad va en aumento, el narcotráfico cada vez tiene más poder, los grupos armados están extendiendo su actividad y las masacres y asesinatos de los líderes sociales se están volviendo en algo cotidiano, Petro se ha erigido en la gran promesa del cambio. Es por eso que el senador y líder de Pacto Histórico es la voz de las protestas contra la actual clase política y pretende dar la campanada en su tercer intento por conseguir la Presidencia.

Todos los sondeos dan un contundente triunfo del exguerrillero del Movimiento 19 de Abril (M-19) que surgió en 1970 contra el presunto triunfo fraudulento de Misael Pastrana. Es más, el progresista rozaría una histórica mayoría absoluta en esta primera vuelta que le situaría al frente del Gobierno sin necesidad de volver a las urnas el próximo 19 de junio. Las encuestas más optimistas le sitúan a apenas 400.000 votos de conseguir un hito que solo se ha firmado dos veces en Colombia -ambas de la mano de Álvaro Uribe-, y las más pesimistas le dan un apoyo superior al 40 por ciento. Muy por delante de cualquiera de sus dos principales adversarios -ambos del ala más conservadora de la derecha-, el oficialista Federico Fico Gutiérrez, de Equipo por Colombia, y el populista Rodolfo Hernández, de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, que mantienen una ajustada pugna -21,8 por ciento el primero y 21,3 por ciento el segundo- por ver quién será el rival de Petro en la ronda definitiva.

Autoproclamado «candidato del progresismo», el aspirante de Pacto Histórico parece haber dado con la clave para conectar con una población desencantada con la actual clase política: si bien se ha posicionado siempre como un «revolucionario», en este tercer intento ha dejado de lado las ideas más radicales de la izquierda y ha sumado a fuerzas más tradicionales en su postulación -ha sumado en la recta final de la campaña a las principales formaciones de centro, por lo que se presenta como la «opción del centroizquierda», abriendo considerablemente su abanico de votantes. De hecho, uno de sus mayores éxitos es la elección de su compañera de fórmula, la abogada y activista afro Francia Márquez, quien se convertiría en la primera mujer negra en ocupar la Vicepresidencia en caso de ganar. 

Considerado el polo opuesto a Duque -contra el que perdió las elecciones de 2018-, Petro ha hecho de su carácter cercano a la población su mejor arma. Como economista que es, las reformas financieras son algunas de sus prioridades, así como la lucha contra el narcotráfico y la corrupción y la apuesta por el medio ambiente.

Batalla en la derecha

En el otro lado, la derecha compite, ya no por intentar mantener el poder, sino por ver quién liderará a este ala política en los próximos años. Y es que la lucha se antoja encarnizada. Si bien Fico Gutiérrez parecía la opción, el auge de Hernández -considerado el Donald Trump de Colombia- está poniendo en duda su liderazgo. Aunque el primero parte como favorito para disputar a Petro la segunda vuelta, el discurso antitodo del segundo le está haciendo ganar apoyos. 

El populista exalcalde de Bucaramanga, que en la última semana se ganó el respaldo de Íngrid Betancourt -figura política que fue secuestrada por las FARC-, no duda en arremeter a izquierda -acusa a Petro de hacer «un pacto con el diablo»- y a derecha -a la que considera un «adalid de la corrupción»-.

Sin casi dudas sobre el ganador de esta primera vuelta, la izquierda pretende dar un paso en la Historia a la espera de saber quién será el rival al que ganar en junio. Entonces, será la auténtica hora de la verdad.