Una ayuda para iniciar un negocio en el exilio

H. L. M.
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La Asociación de Venezolanos logra una de las tres primeras subvenciones que ACNUR otorga a refugiados para el emprendimiento

Rafael Mourad y Tania Rimer muestran la bandera venezolana en el centro de Ciudad Real. - Foto: Tomás Fernández de Moya

La Asociación de Venezolanos en Ciudad Real ha sido una de las tres entidades que ha seleccionado Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados, en sus primeras ayudas para apoyar a personas en el exilio que quieran emprender un negocio. Las otras dos entidades son Abraza la Barcelona Diversa y la Asociación para la Amistad y el Refuerzo Intercultural Afgano-Españoles. El objetivo es  implementar acciones formativas y talleres encaminados a lograr la inserción laboral de personas refugiadas, a través de formación y acompañamiento en las primeras etapas del emprendimiento en España. El proyecto también incluye la creación de una página web de la entidad y el desarrollo de un curso online sobre emprendimiento, que ampliará el alcance de los programas de la entidad a personas refugiadas residentes en otras zonas geográficas.

La presidenta de la asociación, Tania Rimer, señaló a La Tribuna de Ciudad Real que la asociación surgió como un modo de descubrir los venezolanos que había en la provincia. «Cuando llegamos nos decían que los venezolanos se contaban con los dedos de las manos» y decidieron hacer un encuentro en el parque del Gasset, al que finalmente acudieron más de medio centenar. «Entre ellos se sorprendieron porque no sabían que eran tantos» los compatriotas. De ahí surgieron los primeros contactos que se fueron ampliando vía los programas de acogida que comenzaban en la capital, señaló Rafael Mourad, integrante de la asociación. «Así empezamos a crecer» hasta los 200 que hay hoy en esta organización en la capital y casi un millar repartido por la provincia, si se incluyeran algunos no empadronados, que «no tenían información» de que era necesario el empadronamiento.

Tras este punto de unión, la pandemia hizo que la organización se paralizara, pero fueron muchos los que antes y durante los meses del COVID participaron en programas de formación del emprendimiento, como el que desarrolla Cepaim, y que con el tiempo ha ocasionado una explosión de negocios iniciados por venezolanos en la capital. Seis se han creado en el primer semestre de este año, barberías, zapaterías o restaurantes, y son muchos otros los que analizan esta vía para emprender.

Mourad recuerda que muchos refugiados cuentan con más de 35 o 40 años cuando reciben la acogida por razones humanitarias, lo que dificulta encontrar un empleo, y eso lleva a que el autoempleo se convierta en una vía para «renacer, como el ave fénix» en España y vivir de su propio negocio. «Este año ha sido un boom», señaló la presidenta, con mayoría de negocios abiertos por esas personas que «emprendieron en el exilio», tras los programas de acogida. «Se nos da bien emprender» y, de hecho, son muchos los venezolanos que tenían algún tipo de iniciativa en su país. «Tenemos ese gen de emprendedor y eso lo vemos aquí, con un gran número de emprendedores venezolanos en España».

La Asociación  de Venezolanos conoció la convocatoria de Acnur por redes sociales y fue una de las 38, algunas con muchos años de experiencia, que han optado a esta ayuda del organismo de la Organización de las Naciones Unidas. La entidad indicó que llevan tiempo ayudando al emprendimiento en la capital, a través de talleres.

«El proyecto presentado se llama Hoja de Ruta para Emprender en España» y la idea es que haya una web y una plataforma 'elearning', así como un taller presencial. La idea es que sea una propuesta abierta a cualquier ciudadano. «Lo primero es desarrollar un portal de la asociación que va a tocar temas culturales, legales o noticias». La idea es que aquellos que ya han emprendido puedan volcar su conocimiento para otros que piensan hacerlo.