¿Cómo afronta Manzanares este regreso al medievo?
Van a ser nueve días en los que prácticamente toda la ciudad se transforma y se retrotrae a sus orígenes medievales. Las jornadas cuentan con un programa de actividades pensado para todo el mundo, con la participación de todo el movimiento asociativo de la ciudad, al que le gusta disfrutar de este espectáculo visual, cultural y gastronómico. Van a ser las mejores de la historia.
Son más de 160 las actividades organizadas. ¿Qué destaca del programa?
Destacaría todo en conjunto, porque cada una de las propuestas tiene siempre la aceptación entre su público. Por ejemplo, las recreaciones, pasacalles, animaciones y exhibición de cetrería en torno al mercado medieval y calatrava son muy atractivas para los más pequeños. Tendremos gastronomía, exposiciones, desfiles, torneos medievales, teatro, pintura, animación a la lectura... Son tantas que a nadie le daría tiempo a participar en todas ellas. Además, la ciudad vivirá estos días en una recreación permanente con bufones, zancudos, comediantes... Estas jornadas completan un proyecto importante de ciudad, que tiene mucho que ver con el turismo, el teatro y las tradiciones. Invito a todos los vecinos a que participen y disfruten de este gran espectáculo y también a todos los ciudadanos de Castilla-La Mancha.
La música tiene también un papel protagonista.
Efectivamente. El programa incluye dos conciertos gratuitos en la plaza de la Constitución. Este viernes, Mar del Norte actuará después de la inauguración de las jornadas por parte de Teodoro Sánchez-Migallón y de la procesión de las antorchas. Al día siguiente, el sábado 1 de octubre, tendremos un concierto extraordinario con Celtas Cortos.
¿Qué papel juegan los colectivos locales en la organización de estas jornadas?
Sin ellas sería muy difícil. Su cariño, trabajo e implicación casi nunca lo pondrían otros grupos que también traemos y que vienen avalados desde un punto de vista profesional. Estamos muy satisfechos de la implicación de la sociedad manzanareña. Hay que agradecer a todas las asociaciones (artesanos, colectivos culturales, caballistas y las que han nacido al albor de estas jornadas) su implicación en la elaboración de un programa que no puede ser más completo. Podemos tirarnos a la calle, permítame la expresión, y estar tres días sin pasar por casa, disfrutando de actividades con carácter permanente. Están perfectamente encajadas y no falta de nada.
Manzanares recupera su historia y exhibe su patrimonio con estas jornadas. ¿Qué actuaciones ha llevado a cabo el equipo de Gobierno para potenciar estos recursos durante estos últimos años?
El patrimonio tiene varias aristas. El artístico hay que preservarlo en el mantenimiento de los edificios, en la recuperación de la ciudad. En este sentido, hemos sido verdaderamente ambiciosos. No sólo hemos semipeatonalizado y hecho accesible el casco antiguo, sino que hemos huido del asfalto para recuperar la esencia del taco de basalto o granito, que es complejo de gestionar y mantener. También hemos reformado toda la iluminación poniendo elementos lumínicos como las farolas fernandinas, entre otros. Hemos hecho un importante esfuerzo económico de 600.000 euros para la restauración del pórtico y la fachada de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, ubicada en la plaza de la Constitución, el centro neurálgico de la ciudad. Por otro lado, el Ayuntamiento ha identificado edificios históricos como la casa del Manifiesto y el Pozo Concejo con cerámicas y ha recuperado otros como el Torreón de Larios. Asimismo, la ciudad, que cuenta ya con cinco museos, se está potenciando desde el punto de vista cultural con conferencias y edición de libros. Todo ello hay que complementarlo con actividades, como estas Jornadas Medievales, que se van reforzando edición tras edición y que cuentan con la participación de muchísimas personas.
¿Ha recuperado ya Manzanares el pulso turístico tras el frenazo que supuso la pandemia?
Efectivamente, así lo indican los datos. Hemos reformado el Museo Manuel Piña y estamos haciendo un esfuerzo mediático para poner en valor nuestros recursos. El número de visitantes es cada vez más importante y no paramos de organizar actividades. Por ejemplo, el pasado viernes, el Archivo-Museo Sánchez Mejías acogió la presentación del libro-poemario del propio malogrado torero. Manzanares organiza más de 200 propuestas culturales a lo largo del año y el objetivo es seguir creciendo. Y qué mejor que hacerlo manteniendo, apoyando y fomentando el movimiento asociativo y cultural, que cada vez es más amplio y participativo. Es una enorme satisfacción.
¿Tiene prevista alguna novedad desde el punto de vista turístico de aquí a que acabe la legislatura?
La legislatura está muy avanzada y actualmente estamos culminando y ultimando actuaciones, como la remodelación de la plaza del Gran Teatro y su entorno. Algunas quedarán abiertas para el próximo mandato. Este proyecto de ciudad económica, cultural y turística no se detiene con el fin de esta legislatura. Todos los rincones son susceptibles de aportar una belleza al casco histórico. En este sentido, vamos a hacer un esfuerzo muy grande con un proyecto de señalética. Vamos a señalar todas las calles y plazas del casco histórico con cerámicas identificativas. Además de embellecer el entorno, jugarán un papel pedagógico para informar de los nombres de las mismas a las generaciones futuras, qué significan y representan.