Aunque el equipo de Gobierno argumentó y defendió que los presupuestos para 2020 eran «realistas, daban respuesta a las necesidades y servicios de La Solana y eran capaces de continuar en la línea de bienestar», la oposición en bloque, Ciudadanos, Partido Popular e Izquierda Unida, votó en contra, argumentando, entre otros extremos, que no habían contado con ellos para elaborar unas cuentas en conjunto y dar respuesta a las necesidades del municipio. El proyecto de presupuesto presentado por el Ejecutivo de Luis Díaz-Cacho ascendía a 12,35 millones de euros. El portavoz de IU, Bernardo Peinado, hizo hincapié en la falta de inversiones y cierre de servicios, que provocará una situación «complicada y catastrófica» en marzo o abril de 2020. Su homólogo popular, Antonio Valiente, se mostró en la misma línea y coincidió en el mensaje de las últimas reuniones con futuras carencias para la localidad, falta de dinero y cierre de servicios. Todo ello en «un presupuesto ruinoso». Aseguró que tras ocho años de gestión del Gobierno socialista de Díaz-Cacho, «el problema ya no viene de atrás». «Ahora había que poner remedio con un parque empresarial que todavía tiene problemas y 750.000 euros en la venta de parcelas que forman parte del presupuesto que se tambalea», añadió. Luisa María Márquez, portavoz de Ciudadanos, apoyó lo dicho por el resto de formaciones políticas de la oposición, añadiendo que el presupuesto no planifica el cien por cien de las necesidades. «Tenemos que poner medios para generar empleo, riqueza y rescindir el gasto», argumentó. La dirigente de la formación naranja dijo que su grupo es partidario de dialogar para que salgan unos presupuestos que «den calidad, haya inversiones y generen bienestar». El alcalde mostró su «preocupación» por no poder aprobar el presupuesto de 2020, pues supondrá tener que hacer modificaciones de crédito y prorratear las cuentas del año anterior. «Hay que buscar soluciones», manifestó Díaz-Cacho para insistir en que son unos presupuestos «realistas que prestan más servicios». Dijo que son unos presupuestos redactados con austeridad y ajustados, con estabilidad presupuestaria, sostenibilidad financiera, regla de gasto, masa salarial, periodo medio de pago a proveedores y prudencia financiera, entre otros aspectos. Ante esta situación, Luis Díaz-Cacho invitó al resto de formaciones políticas que para el presupuesto de 2021 sean ellos los que presenten un borrador y en coordinación con intervención y secretaría, se confeccionen. «Y yo los firmo», sentenció.