La mayor recaudación del Teatro Quijano es solidaria

Diego Farto
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El Teatro Municipal cumple un año desde su reapertura tras la reforma con 14.000 entradas vendidas, además de una estimación de otros 10.000 espectadores en otros montajes

Espectadores durante un espectáculo en el patio de butacas del Teatro Quijano. - Foto: Tomás Fernández de Moya

El Quijano vuelve a cosechar llenos prácticamente un año después de su reapertura tras las últimas obras de reforma. La cifra mágica de 851 espectadores, el aforo completo, se alcanzó el pasado 11 de enero con la puesta en escena del ballet El Cascanueces, a cargo del Ballet de la Ópera de Kiev. Además fue el montaje con una mayor recaudación 17.496 euros, desde que el 19 de febrero de 2022 se reabriera el teatro.

A esta marca contribuyó que este espectáculo con un precio de 22 euros la entrada al patio de butacas y de 20 en el anfiteatro, fue también el más caro, puesto que los dos euros de sobreprecio sobre la medida habitual formaban parte de la aportación solidaria en favor de las familias ucranianas.

En cualquier caso, la danza se destaca como el género que más personas lleva al Quijano, puesto que el tercer puesto en afluencia de público fue para El lago de los cisnes (9 de noviembre), que concentró a 845 espectadores y logró una recaudación de 17.428 euros. Entre medias se situó un espectáculo infantil, Utopia (28 de diciembre), vinculado a Jugarama, que ocupó 847 asientos. A cuatro del lleno absoluto.

El concejal de Cultura, Ignacio Sánchez, señala que a lo largo de este periodo, desde el 19 de febrero de 2022 hasta el 28 de enero de este año, han pasado por el Teatro Quijano unos 24.000 espectadores, aunque la cifra no puede ser precisa porque no en todas las ocasiones los espectadores se cuentan igual. Por un lado, están los espectáculos organizados directamente por el Ayuntamiento o por compañías que venden entradas en taquilla, donde la cuenta es precisa. Estos montajes acumularon en este periodo 14.029 espectadores.

Pero también hay otras citas que organizan otros colectivos en los que al menos una parte de los espectadores acceden sin necesidad de adquirir entrada, bien como socios de la entidad o por otras razones, con lo que los datos son aproximativos, pueden rondar las 10.000 localidades. «A partir de ahora vamos a hacer que en estos casos quien acceda al teatro tenga que llevar una entrada aunque solo tenga que enseñar un carnet para conseguirla», avanza Sánchez.

En este apartado se incluyen propuestas como los ciclos de Real Jazz, Universijazz, y diversas iniciativas como la Gala de Copla Oretania o el acto de lectura del pregón de Navidad, algunos de ellos con afluencias muy respetables pero de las que solo es posible establecer una apreciación más o menos aproximada.

El concejal valora los datos y su evolución a lo largo del año como una prueba de que «se ha acabado el miedo a la pandemia, aún vemos espectadores que vienen con mascarilla, pero la gente ya no se retrae de ir al teatro». La media de público supera los 500 personas por espectáculo, aunque la mayor afluencia se da en aquellos que tienen «un carácter más comercial» y cuyos artistas son conocidos por su presencia en la televisión. También destaca el respaldo al teatro familiar.

Tras un febrero que arrancó flojo con 566 localidades ocupadas en tres espectáculos, el mes con mayor presencia de público fue marzo, con 2.921 entradas vendidas en cinco montajes. Silencio, protagonizado por Blanca Portillo, fue la función más exitosa al llegar a 730 espectadores, pero es que ninguno de los espectáculos programados ese mes estuvo por debajo de las 400 localidades.

En abril, la afluencia descendió hasta 2.154 personas en otras cinco citas, pero la pieza de teatro infantil El tesoro de la serpiente Guaguadú, elevó su entrada hasta las 750 localidades.

El descenso fue aún más acusado en mayo, cuando se distribuyeron 542 entradas, la cifra más baja del periodo, entre cuatro espectáculos, ninguno de los cuales superó los 150 espectadores.

El teatro cerró sus puertas desde junio hasta septiembre. En octubre recuperó la actividad con 1.528 espectadores en tres espectáculos, con la comedia La ansiedad no mata, pero fatiga como el más exitoso, al llegar a 624 localidades vendidas.

Pero a partir de noviembre la afluencia de público se mantuvo por encima de las 2.000 personas. Así noviembre, con ese Lago de los cisnes como estandarte, sumó 2.024 espectadores; diciembre a 2.143, con el máximo de Utopía; y enero 2.151 con el éxito de El Cascanueces como argumento más contundente.