El Balonmano Alarcos comienza este sábado (19.30 horas) en la pista del Oviedo la fase por la permanencia en la División de Honor Plata. Un grupo integrado por los cinco equipos que acabaron sus respectivos grupos de la primera fase en las últimas posiciones y solamente arrastrando los puntos conseguidos en los duelos directos entre ellos. Al término de los diez partidos, pues solamente se juega contra los cinco equipos del otro grupo, los cinco primeros se salvarán y los cinco últimos descenderán. 

En el caso del Alarcos, inicia esta fase al límite, pues ocupa la séptima plaza con 9 puntos, empatado con el sexto, que es el Amenabar, y a uno de la permanencia, que ahora marca el Ibiza.

Su primer rival será el Oviedo y, a partir de ahí, deberá enfrentarse a Alcobendas, Ikasa Madrid,  Zamora y Amenabar.

Isidre Pérez, técnico del Alarcos resalta el papel primordial que desempeña en esta fase el factor psicológico, por encima de otros aspectos técnicos y tácticos.

Del Oviedo, su primer rival, destaca la experiencia de algunos de sus jugadores en la Liga Asobal, la presencia en portería de un viejo conocido del Alarcos como Revuelta, el poderío en el lanzamiento de sus laterales, la capacidad creativa de sus centrales y de finalización de los extremos y la fortaleza de su sistema defensivo 6-0. También hizo mención al ambiente que se vivirá en su pabellón.

Del Alcobendas hizo hincapié en que mantiene su bloque, liderado por un veterano como Alfonso de la Rubia, y en cuanto a Amenabar de Zarauz subrayó el dinamismo de su juego colectivo. «En su pista trabaja muy bien, con gente muy combativa». Sobre el Zamora considera que con el cambio de entrenador y modelo de juego «han retomado la senda de las victorias y su pabellón es una olla a presión» y en cuanto al Ikasa Madrid, huyó de cualquier confianza a pesar de llevar solamente un punto. «Es el gran desconocido, pero muy peligroso. Hace dos campañas pasó también con muy pocos puntos y ganó 7 de los 10 partidos y estuvo a punto de salvarse», recordó Pérez.