El PP de Cuenca ha pedido que el Corpus Christi deje de ser fiesta regional y lo sea San Mateo. O, al menos, que comience un nuevo sistema rotatorio, según el cual cada año debiera fijarse un festivo diferente, en función de la provincia correspondiente. El PP de Cuenca ha entendido poco el hecho autonómico, aunque no quisiera yo pasarme de listo ni parecer bravucón. Lo que ha propuesto literalmente es desvestir un santo para vestir a otro, algo más viejo que el mundo y que ya la propia Santa Madre Iglesia y el refranero advertían contra ello. Qué necesidad hay de suscitar la discordia cuando ya era comúnmente aceptado que la Solemnidad del Corpus Christi fuese festivo en la región. Ya bastantes disgustos costó a los toledanos como para volver a pedir el frasco de las sales. Sería maravilloso que cada mañana fuera fiesta, pues todos los días hay santos. Y a cada uno le aprieta el suyo. Como San Cucufato, mi preferido, pues cada vez que pierdo algo, los cojones le ato.
El Corpus de Toledo es un acontecimiento soberbio, único en el mundo. No tiene parangón ni algo similar que lo iguale. El lío vino en los noventa, cuando la Conferencia Episcopal pactó con el Gobierno de España la reducción de los festivos y hubo de cambiar el Corpus al domingo. Luis Alba contaba que entonces los arzobispos de Sevilla y Granada le hicieron la trece catorce a Don Marcelo y lo dejaron con el culo al aire. Las dos ciudades continuaron celebrando el Corpus los jueves, uno de los que brilla más que el sol en todo el calendario. Y en Toledo se recogieron firmas para que volviese a donde el Papa Urbano IV, a mediados del siglo XIII, quiso que estuviera, en mitad de la semana para realzar aún más su importancia. La Iglesia da al Corpus rango de Solemnidad, que es el mayor de todos los posibles.
Camuñas también continuó celebrando sus Pecados y Danzantes en jueves. Recuerdo que, recién llegado a Toledo, cada Jueves de Corpus que no era, la radio se llenaba de oyentes felicitando a los de Camuñas por haber permanecido fieles a su tradición. Con motivo de unas elecciones europeas, el entonces alcalde Molina -siempre tan listo en el regate corto- advirtió que era imposible asegurar el desarrollo de las votaciones y el transcurso normal de la procesión del Corpus, pues algunos colegios electorales estaban ubicados en el recorrido. Fue entonces cuando Cañizares ideó lo de los dos Corpus, invento que afortunadamente se cargó don Braulio, con el mejor argumento posible y real. Toledo es la cabeza de la mozarabía, que dispone de un rito más antiguo que el romano, reconocido por el propio Vaticano. Hágase el Corpus en jueves bajo el rito hispanomozárabe.
Todo ese acervo está a disposición de una comunidad autónoma joven como Castilla-La Mancha. El hecho de que haya sido festivo regional los últimos años ha posibilitado que muchos castellanomanchegos pudieran conocer y admirar la maravilla y el museo al aire libre que en Toledo se despliega. He enseñado y explicado esta Solemnidad a decenas de amigos y todos ellos quedaron encantados y arrobados. Soy culipardo, pero siento  Toledo como algo propio y cruzo una víspera de Corpus el Cáliz de la Puerta de Reyes entre un mar de lágrimas. No es cuestión de un santo u otro; cada uno lleva el suyo. Es cuestión de compartir aquello que nos hace grandes ante el mundo y sentirlo a su manera. Y siempre queda la posibilidad de irse de puente. Además en Cuenca muchas veces coincide con la Virgen de la Luz y, en lugar de puente, es acueducto. Pange lingua…