La inflación que sufre la provincia de Ciudad Real, la cuarta donde más crecen los precios en el último año, amenaza el récord de ahorros que los ciudadrealeños confían a bancos y cajas de ahorro. Ese dinero que las familias y las empresas tenían en depósitos llegaron a los 10.252 millones de euros, la cifra más alta de la serie histórica que comienza a mediados de los años 80 del pasado siglo, tras crecer casi un tres por ciento en un año, lo que supone un aumento de cerca de 283 millones.
En los últimos doce meses, la tendencia de los ciudadrealeños ha sido la de aumentar sus depósitos bancarios a medida que empeoraba la crisis del COVID-19. Una situación que ha hecho más prudentes a familias y empresas, según explican fuentes bancarias consultadas por La Tribuna, que añaden también otro ingrediente a esa apuesta por el ahorro: la baja remuneración en otro tipo de depósitos.
Nunca antes los ciudadrealeños habían confiado tantos euros a los bancos y cajas, aunque el factor inflación juega en contra de esta dinámica. Con la electricidad, los carburantes marcando máximos, el efecto 'contagio' llega también a otros productos de la cesta de la compra, que se encarecen ahora como no lo hacían, al menos, en dos décadas, como el vestido y el calzado, los muebles o también en los alimentos, que se revalorizan ahora a un ritmo que no se veía desde 2008.
Esa escalada de precios de los últimos meses puede conllevar que haya menor ahorro disponible, indican en los bancos. El peor escenario posible sería ese IPC disparado con una tasa de paro aún más alta: la llamada estanflación. De momento, Ciudad Real esquiva lo que sería un terremoto para la economía provincial, con una tasa de paro de poco más del 16%. «Sería mucho peor todavía…menos ingresos y precios más altos, luego menos ahorros», concluyen las fuentes financieras consultadas.
Dinero disponible rápido. En esa actual carrera por el ahorro, los ciudadrealeños lo tienen claro. Todo a la vista. Estos depósitos son los más atractivos en tiempos como los actuales y la proporción es que por cada euro que se guarda a plazo, nueve están en depósitos a la vista. Nunca antes se había llegado a esta relación en el destino de los ahorros provinciales. Es dinero que puede retirarse o transferirse en cualquier momento, sin previo aviso a la entidad depositaria. «Debido a los bajos tipos de interés, los depósitos a plazo han dejado de ser un producto rentable para las entidades bancarias», explican fuentes bancarias. Desde el verano del año 1992, justo antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona, no había tan poco dinero, unos mil millones de euros, guardados en este tipo de depósitos. El resto, a la vista, rápidamente disponible, hasta 9.200 millones de euros.
En la estadística que apunta cada trimestre el Banco de España también se anota la evolución del dinero que custodian bancos y cajas y que pertenecen a las entidades públicas. La cifra también roza récords históricos al acabar 2021: 985 millones de euros. En un año, esas cuentas han crecido en más de 500 millones, según el supervisor bancario.