En Valdepeñas todavía se saborea el prestigioso empate logrado en la pista del poderoso Movistar Inter, en un partido en el que el Viña Albali demostró que es capaz de competir con cualquier rival, sea cual sea su caché deportivo, exprimiendo al máximo sus armas. Pero ese punto sumado en Torrejón se devaluaría sobremanera si el equipo manchego no es capaz de sacar adelante su compromiso de este sábado (18.15 horas) en el Virgen de la Cabeza ante el Cartagena.

Una victoria  consolidaría a los de David Ramos en la primera mitad de la tabla, disfrutando incluso de puestos que darían derecho a disputar la Copa de España de Málaga, a la que accederían los ocho mejores al término de la primera vuelta, algo que pocos esperaban al principio de temporada. Así las cosas, la pregunta que sobrevuela sobre el equipo y sus aficionados es si ha llegado el momento de ser más ambiciosos con los objetivos deportivos o si es suficiente con ser conservadores y dar por bueno el acabar esta primera mitad de curso lejos del descenso.

Es una pregunta que no está reñida con el leitmotiv que debe regir en cualquier equipo, que es el de marcarse retos a corto plazo, partido a partido. Se puede preparar a conciencia el encuentro del sábado contra el Cartagena mientras se mira el calendario y se echan cuentas de los seis rivales que quedan por delante. La ilusión es sinónimo de motivación, y este equipo se ha ganado en las nueve primeras jornadas ligueras el derecho a soñar con las seis restantes hasta completar esta primera vuelta.   

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