El grupo de edad de los ciudadrealeños entre 50 y 60 años ha sido el más afectado por los contagios de SARS-CoV-2 en la provincia desde el inicio de la pandemia. Esos son los datos que maneja el Instituto de Salud Carlos III que ha analizado, día a día, la evolución de la crisis sanitaria por sexos y edades para seguir el rastro del COVID-19 en Ciudad Real durante más de un año.
Ese grupo de edad ha sido el que más contagios ha sufrido, con unos 7.000 infectados de los casi 43.700 positivos confirmados por pruebas PCR o similares hasta el 15 de abril y que contabiliza el Carlos III. Son, por ejemplo, más del doble de las personas de entre 70 y 79 años contagiadas, y más también que el colectivo de mayores de 80 años que, sin embargo, es el que más víctimas mortales ha sufrido. Los datos del Instituto Carlos III dan cuenta del drama vivido entre los mayores, especialmente en la primera ola, en la primavera de 2020. De los 3.900 mayores de 80 años contagiados han muerto más de un millar, 1.057. Casi uno de cada cuatro. Y de esas víctimas mortales, hasta 602 se registraron solo durante los meses de abril y mayo del pasado año.
La letalidad del coronavirus sitúa a los mayores como las grandes víctimas de esta pandemia. El 62% de los muertos que ha provocado el COVID-19 en Ciudad Real habían cumplido ya 80 años y otro 22 por ciento más de las víctimas de la pandemia tenían entre 70 y 79. Ellos han sido los primeros en la fila de la vacunación y ellos han dejado 1.433 vidas de las casi 1.700 muertes que ha causado el coronavirus en la provincia.
Entre menores de 30 años.
La diferencia del impacto de la pandemia por edades es más que evidente. En la provincia no ha muerto por COVID ninguno de los más de 91.000 menores de 20 años que viven aquí, y son seis las víctimas mortales de la pandemia que ha habido que lamentar entre los ciudadrealeños de 20 a 29 años de un total de más de 55.000 personas de esa franja de edad. Por cada menor de 30 años que ha muerto por coronavirus han muerto casi 180 mayores de 70 años.
La amplia información estadística que ofrece el Carlos III, que maneja más de 52.000 datos solo referidos a la provincia de Ciudad Real, incluye también el número de hospitalizaciones en cama convencional y también en las UCI y aquí hay diferencias notables, incluso por sexos. Si las ciudadrealeñas son más a la hora de contar contagios, 22.660 han dado positivo desde el inicio de la pandemia por los 20.684 ciudadrealeños, son ellos los que más ingresos hospitalarios han precisado. Casi 3.000 hombres han tenido que recibir atención en alguno de los seis hospitales de la provincia por 2.500 mujeres. Además, en las UCI, ha habido el doble de hombres que mujeres: 187 frente a 96, con cifras actualizadas hasta la pasada semana. Al contar fallecidos también son más ellos que ellas: 899 hombres han perdido la vida por 772 mujeres.
La buena noticia es que las estadísticas del Instituto de Salud Carlos III confirman la eficacia de las vacunas que han reducido notablemente la gravedad de los casos detectados a partir de diciembre. Recordando esa primera ola, casi todos los mayores que contrajeron el virus en marzo del pasado año acabaron en el hospital. El 95% de los más de 570 infectados por COVID tuvieron que ser ingresados en cama convencional. En diciembre, con la tercera ola, la mitad de los afectados acabó también en un hospital. Ahora, en lo que va de abril, ese porcentaje de mayores infectados que ha necesitado de atención hospitalaria ha caído a poco más del 20%, la cifra más baja desde el inicio de la pandemia.