Cambia la estación del año y también la Ley de Seguridad Vial, con diez nuevos 'mandamientos' que endurecen el castigo a los conductores infractores. La reforma deTráfico que hoy entra en vigor pone freno a conductores adictos al teléfono móvil y a la velocidad, al tiempo que incorpora medidas de protección del medio ambiente, con sanciones por no respetar las restricciones de circulación ante episodios de contaminación o causar incendios.

La velocidad y el uso del teléfono móvil al volante son causas de la mayoría de los accidentes de circulación y, por ello, se ha incidido en la nueva reforma de la Ley de Seguridad Vial que «se adapta a los nuevos tiempos, a la realidad del día a día tanto en movilidad urbana como interurbana», remarca la jefa provincial de Tráfico, Raquel García Fabra, en declaraciones a La Tribuna tras subrayar que el objetivo es reducir el número de accidentes de circulación. 

A partir de hoy, recalca, sujetar con la mano un teléfono móvil mientras se está al volante resta seis puntos. «Cada día vemos a gente haciendo uso del teléfono móvil durante la conducción. Desde 2016 es la primera causa de accidentes mortales por distracción y hay que acabar con esta práctica», indica García Fabra tras explicar que se ha incrementado el número de puntos a detraer, pasando de tres a seis. Las cuantías económicas de la sanción no se han tocado, no hay afán recaudatorio, es para salvar vidas, apostilla. 

Para el fiscal delegado de Seguridad Vial, Jesús Gassent, la reforma de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial «incide en aspectos que garantizan la seguridad de los usuarios de la vía pública en relación con determinadas conductas que se ha constatado que comportan un especial riesgo como la utilización del teléfono móvil».

Gassent señala que, teniendo en cuenta que la normativa sobre seguridad vial «contiene los parámetros que se consideran para valorar la conducta imprudente en el ámbito penal, la reforma puede tener alguna incidencia en dicho orden penal», explica. El exceso de velocidad es otro asunto «preocupante». Desde este 21 de marzo se suprime la posibilidad de que los vehículos puedan rebasar en 20 kilómetros por hora el límite de velocidad en adelantamientos en carreteras convencionales. «Hay datos que demuestran que se producen muchos accidentes con víctimas mortales en vías convencionales por colisiones frontales provocadas por adelantamientos». La sanción por esta infracción se eleva a 100 euros. Se trata de «minimizar riesgo en una maniobra bastante peligrosa», concreta la jefa provincial de Tráfico.

Es una medida que ha generado polémica, pero como dice el director general de Tráfico, Pere Navarro, habrá qué ver cómo evoluciona y los datos darán la respuesta como ocurrió con el carné por puntos, que igualmente generó un amplio debate y controversia.

Alcohol cero.

La reforma también pone el foco en los menores, que no pueden consumir alcohol y «es lógico que se les exija una tasa cero» cuando circulan en bicicleta o patinetes. García Fabra recuerda que pueden ser requeridos para realizarles una prueba de alcohol y «ahora se ha fijado la tasa en 0» como no podía ser de otra manera. Esta medida es extensiva a aquellos menores de 18 años que circulan en ciclomotores, cuatriciclos ligeros o motos de una cilindrada inferior a 125 centímetros cúbicos.

Otro cambio importante es el de las restricciones de circulación ante episodios de contaminación y las Zonas de Baja Emisión (ZBE) con 200 euros de multa y la consideración de infracción muy grave arrojar objetos a la vía o inmediaciones que puedan causar incendios. La multa, 500 euros.

500 euros de multa por copiar el examen 

500 euros y no poder volver a presentarse a examen en seis meses es el 'precio' por copiar con dispositivos electrónicos de intercomunicación en las pruebas teóricas para la obtención o recuperación de permisos o licencia de conducción. Con la nueva reforma «se considera una infracción muy grave», destaca la jefa provincial de Tráfico, quien también pone el acento en el cambio de verbo en cuanto a las infracciones por detectores e inhibidores de radares y cinemómetros en los vehículos. «No cambia la sanción ni los puntos a detraer, cambia el verbo del artículo: utilizar se sustituye por llevar. Si llevas uno de estos aparatos entendemos que es porque quieres infringir la ley», remarca la jefa de Tráfico.  El conductor que lleve un detector se expone a una multa de 200 euros y la retirada de tres puntos;en el caso de llevar un inhibidor la multa es de 6.000 euros y seis puntos menos. Y entre 3.000 y  20.000 euros es la multa que le puede caer al taller que instale estos artilugios. 

Por otro lado, la nueva reforma de Tráfico incrementa la seguridad de los ciclistas. Se obliga a los automovilistas que circulen por vías con más de un carril a cambiar al otro cuando se vaya a adelantar a ciclistas o motoristas. Además, poner en riesgo a estos conductores conlleva la pérdida de seis puntos, destaca la jefa provincial de Tráfico.