Vuelven al juzgado acusados de estafar en venta de un Maserati

La Tribuna
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Los hechos se remontan a noviembre de 2015 cuando los acusados dos hombres con antecedentes y una mujer se pusieron de acuerdo para ejecutar un plan ideado para obtener un ilícito beneficio patrimonial con reparto de actuaciones

Vuelven al juzgado acusados de estafar en venta de un Maserati - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

La Audiencia provincial de Ciudad REal interará juzgar, por tercera vez, a los tres acusados de estafa, amenaza, coacciones falsedad y robo que se pusieron de acuerdo, en 2015, para ejecutar un plan ideado para obtener un ilícito beneficio patrimonial con reparto de actuaciones gracias a la venta de un vehículo de lujo de la marca Maserati.

El primer intento de enjuiciar a los encausados se remonta a noviembre de 2020 y la segunda intentona, en marzo del año pasado. Ahora vuelven a estar citados en la Audiencia el acusado de iniciales F.J.V. R., del que la Fiscalía dice que contactó con I. S. G. para mostrar su interés por un vehículo Maserati Grand Turismo S titularidad de la empresa de Miguelturra, de la que éste último era representante legal. I. S. G. tenía a la venta el vehículo en distintas páginas de internet.

Tras varios contactos quedaron en que uno de ellos se desplazaría a Ciudad Real para probar el vehículo y, en su caso, realizar la transacción. El 26 de noviembre de 2015, el acusado M.H.P. se desplazó a Ciudad Real para examinar el vehículo, diciendo que lo hacía en representación de F.J.V.R., y formalizó la compra entregando como pago del precio, que ascendía a 56.000 euros, un talón bancario contra la cuenta de la empresa Frutas y Hortalizas Exportaciones América.

La entrega de este talón determinó que el vehículo se lo llevara M.H.P. quedando la documentación en Ciudad Real pendiente de que se realizara la transferencia de la titularidad del mismo a la empresa compradora.

El 30 de noviembre el talón bancario resultó impagado, generando unos gastos que tuvieron que pagar los dueños de la empresa ciudadrealeña, tras lo cual, se pusieron en contacto telefónico con los compradores al fin de requerirles el abono de los 56.000 euros o, en su caso, la devolución del coche, recibiendo como respuesta, a partir de ese momento y de forma reiterada, amenazas.

El día 10 de diciembre del mismo año 2015, los acusados ofrecieron a los dueños de la empresa de compraventa de vehículos, a través de Whatsapp, devolverles el Maserati si les abonaban 7.000 euros, oferta que fue aceptada si bien, quedaron en abonar 2.500 euros y, una vez recuperado el coche, realizar el abono del resto del dinero.

Sobre las 01.00 horas del día 12 de diciembre de 2015, encontrándose tanto I. S. G. como su hermano M. S. G. en la localidad sevillana de Camas, donde habían quedado para la devolución del Maserati, llegó en el vehículo la acusada A. J.G., quien lo abandonó de forma inmediata, alejándose del lugar. I. S.G. aprovechó esta circunstancia para subirse al coche con la intención de llevárselo. De forma sorpresiva apareció F. J.V. R., que le sacó del coche, agarrádole fuertemente por la ropa y le poniéndole un cuchillo en el cuello mientras le exigía la entrega de los 4.500 euros que quedaban pendientes de la cantidad total que les habían impuesto como condición para la devolución del coche.

Al ver que el otro hermano se acercaba en su auxilio, F.J.V.R. se subió en el Maserati y se dio a la fuga. El 17 de diciembre de 2015, el acusado M.H.P. presentó en la Oficina Local de Trafico de Alcalá de Henares (Madrid) una solicitud de transmisión de la titularidad del vehículo a favor de su progenitor, M.H.I., quien no consta tuviera conocimiento de la procedencia del vehículo y del plan preconcebido entre su hijo y los otros dos acusados.

Presentó en ese momento distintos documentos, una solicitud de transferencia, un contrato de compraventa, una declaración, un documento de representación y una factura, todos ellos creados para simular la legalidad de la transmisión. El vehículo fue recuperado el 1 de junio de 2016 en un taller de la localidad de Tomares (Sevilla), lugar donde lo había depositado el acusado M.H.P., para la reparación de varios daños sufridos.

La Fiscalía considera que los tres acusados son autores de un delito de estafa; otro de coacciones y un tercero de falsedad de documento. Al encausado F.J.V.R. también le considera autor de un delito de robo de uso de vehículo a motor y de amenazas graves, que también imputa al acusado M.H.P. Las penas van acorde con los delitos. De este modo, la Fiscalía pide para F.J.V. R. una condena de 14 años de cárcel; 10 para M.H.P. y seis para la acusada.