Una veintena de salas de juego o de apuestas de la provincia de Ciudad Real tienen ocho años de plazo para mudarse. El motivo es que están, a día de hoy, a menos de 300 metros de un centro educativo de enseñanza reglada dirigida a personas menores de edad, a excepción de centros donde se imparta exclusivamente educación infantil o primaria. Así lo marca la Ley del Juego de Castilla-La Mancha, publicada el pasado 30 de julio en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, y que marca 2029 como el año en el que ya no habrá salas de juego cercanas a IES o colegios donde se impartan FP o Secundaria.
Desde la Asociación Profesional de Máquinas Recreativas de la Mancha (Asmarema) señalaron a La Tribuna que es «imposible» saber con exactitud el número de locales afectados por este requisito de distancia en toda la región, pero cifran en una veintena los que hay en Ciudad Real, según los cálculos propios de la organziación. En Castilla-La Mancha «se verán afectados alrededor de 65 o 70 establecimientos», explicó Vicente de la Morena, presidente de la entidad ciudadrealeña y que está asociada a la federación regional Famacasman. La cifra supone un 35% de los locales de juegos existentes en Castilla-La Mancha y un 40% de los autorizados actualmente. Hay que tener en cuenta que la normativa afecta a los establecimientos de juego ya abiertos, por lo que se tendrán que trasladar cuando les venza su actual autorización o bien al cesar en su actividad, habiéndose establecido un plazo máximo en estos casos de 31 de diciembre de 2029, para que puedan amortizar las inversiones realizadas en el local actual. «Los locales afectados por las distancias centros de enseñanza que quieran continuar su actividad más allá del 31 de diciembre de 2029 se tendrán que trasladar antes de que les venza su autorización de instalación», hay que tener en cuenta que «la mayor parte de ellas vencen en 2024 y 2025», recordó De la Morena.
Para la patronal la decisión acordada en la Ley del Juego es «injusta e injustificada». «Se adopta la misma porque se ha dado por cierto un hecho que es completamente falso:que los menores de edad pasan a los establecimientos de juego, cuando no hay ni una sola denuncia que haya constatado presencia de algún menor en locales de nuestra comunidad», recordaron, algo que las asociaciones vienen repitiendo cada vez que se aborda esta cuestión.
Desde Asmarema señalaron que «en otras comunidades no existía la obligación de controlar el acceso a los locales de juego», pero en Castilla-La Mancha esta obligación se encuentra activa «desde 2013, impidiendo la entrada a menores y a personas que estén inscritas en el registro de prohibidos». En Asmarema apuntaron que en otras comunidades donde se han aprobado medidas similares «se ha respetado la situación de los locales ya autorizados». «En nuestra Constitución existe el principio de seguridad jurídica que, en este caso, consideramos que se ha visto vulnerado, ya que las empresas hicieron inversiones en función de una normativa vigente en ese momento que ahora se ha cambiado de una forma que no era previsible cuando se tomaron esas decisiones de abrir estos locales», apuntó.
Desde la entidad recordaron que «hay quien sigue afirmando que los menores pasan a los locales sin el menor tipo de prueba y parece que eso tiene más credibilidad que los datos objetivos acreditados». De hecho, la entidad señaló que las inspecciones a estos establecimientos son «muchísimas y muy frecuentes», sumando las que realizan Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Local, además de los propios inspectores de juego de la comunidad e incluso inspectores de consumo. «Si pese a esta continua actividad inspectora no se ha detectado nunca la presencia de menores durante estos últimos años, no podemos admitir que se siga manteniendo esta injusta acusación que se continúa repitiendo impune e injuriosamente», señalaron.
150 metros entre establecimientos
Igual que la nueva Ley del Juego de Castilla-La Mancha marca una distancia a centros educativos también se señala distancias para evitar zonas donde se acumulen locales, en concreto 150 metros entre ellos. Esta parte de la norma «solamente afecta a las nuevas autorizaciones, por lo que ninguno de los establecimientos actualmente autorizados se verá afectado», recordó el presidente de Asmarema. Por este motivo será en las nuevas peticiones cuando «será exigible respetar esta distancia».
Además, otro cambio es que el control de acceso a los establecimientos de juego es que se deberá realizar a través de «medios técnicos debidamente homologados por la Comunidad Autónoma». «Esto supondrá una inversión importante para los locales, pero esta medida puede entenderse mejor que la de las distancias, ya que estos sistemas pueden mejorar este control, agilizando y reduciendo posibles errores o descuidos del personal de los locales», señaló Vicente de la Morena.
La crisis cierra ocho locales de juego de la provincia en los últimos dos años
«La pandemia y las medidas adoptadas han tenido un gran impacto en la actividad de los establecimientos de juego». De este modo se valora la situación por Asmarema, quienes recuerdan que no se trata solo de que los establecimientos hayan estado cerrados «durante varios meses», sino que «durante otros muchos han tenido importantes limitaciones de horarios, de aforos y han sufrido otras medidas restrictivas». Unas restricciones a las que se ha sumado «la dura actitud que el Gobierno Autonómico ha tomado contra esta actividad, impulsando la aprobación de una ley muy negativa que obligará a cerrar un buen número de locales».
En datos, según la patronal, en Castilla-La Mancha el número de locales ha descendido en unos 25, de los cuales unos 8 o 9 corresponden a establecimientos ubicados en Ciudad Real. «Las previsiones apuntan a que, a finales de año, todavía se incrementen estas cifras», afirmó Vicente de la Morena.