Dijo que la droga era suya «para que la chica no se hiriera"

Pilar Muñoz
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Uno de los tres acusados por tráfico de drogas en Daimiel incrimina a su expareja y fuerza al Tribunal de la Audiencia a suspender el juicio por el conflicto de intereses generado

Los acusados, en el banquillo - Foto: Rueda Villaverde

Uno de los tres acusados de tráfico de drogas negó ayer los cargos e incriminó a su expareja sentimental en la causa con un mismo abogado defensor para todos, por lo que el magistrado presidente del Tribunal que enjuicia los hechos en la Audiencia de Ciudad Real tuvo que suspender la vista oral ante el «conflicto de intereses» generado.

Pero antes ya declaró que tras la detención dijo que la droga hallada en una vivienda de Daimiel era suya «por temor a que la chica se hiciera algo, se iba a suicidar si acaba en la cárcel». F. A. A. negó los cargos; la droga no era suya, reiteró.

Ayer sólo pudieron declarar dos de los tres encausados, la mujer de iniciales  E.I.D. y el que dice que fue su pareja F. A. A., con un amplio historial en comisarías, cuarteles de la Guardia Civil y juzgados. Actualmente está en prisión.

La acusada aseguró en la vista oral celebrada ayer ante el Tribunal:  «No vendo drogas» y que nada tiene que ver con el delito que se le imputa. «Mi único vicio es la ropa», dijo tras contar que trabaja de camarera y limpiando casas, entre ellas, la del encausado F. A. A. con quien había mantenido una relación sentimental y con quien se    veía «espontáneamente». Según manifestó, la relación «estaba acabada» en 2019, cuando se destaparon los hechos en Daimiel, aunque vino a reconocer que se veían con cierta frecuencia, «poca», matizó. Así justificó su presencia en la vivienda el día de la entrada y registro (7 de junio de 2019) y también cuando fue vista por agentes de la Guardia Civil abriendo la puerta a consumidores de cocaína y heroína. La encausada dijo que no sabía que había droga en la casa, ella sólo iba a limpiar cuando la llamaban. Respecto a su relación con F. A. A., adujo que era consumidor y que ella trató de ayudarle a salir de las drogas. Según su relato, iba camino de ello cuando recayó «por circunstancias de la vida».

La declaración del exnovio. El que fuera su pareja la incriminó en el asunto hasta el punto de que el Tribunal, tras deliberar durante unos minutos, resolvió suspender el juicio por «conflictos de intereses» habida cuenta de que el letrado Dámaso Arcediano ejercía la defensa de los tres acusados.

Pero antes, F. A. A. negó los cargos y dio muestras de su personalidad. De entrada dijo que él no vivía en esa época en Daimiel, sino en un pueblo de Córdoba.

Relató que el día 7 de junio de 2019 cuando se efectuó el registro en la citada vivienda él estaba allí de casualidad. «Se montó un dispositivo», dijo tras reiterar que sólo estuvo una vez en esa casa.

A preguntas de por qué los agentes de la Guardia Civil le situaban en este escenario más de una vez, con una gorra, dijo: «Soy de usar gorras» para, a renglón seguido, añadir que desde que supo que fue citado en la Audiencia de Ciudad Real el 5 de noviembre de 2018 a una vista «dejé de pisar Daimiel».

En tono arrogante reiteró: «No sé nada de la droga, no me detuvieron allí». «¿Entonces por qué dijo que la droga era suya?», inquirió la fiscal. «Por temor de que la chica se hiciera algo, se suicidara si acababa en la cárcel», respondió.

Hasta aquí llegó el juicio señalado ayer en la Audiencia de Ciudad Real. El Ministerio Fiscal solicita una condena de cuatro años de cárcel para cada uno de los acusados y una multa de 7.500 euros.

El juicio se ha vuelto a señalar para el 7 de julio. 

La gran evasión. El abogado Dámaso Arcediano sólo se va a defender a J. A. A. tras renunciar a la defensa de los otros dos encausados por el conflicto de intereses generados. La acusada va a buscar un letrado particular, mientras que a F. A. A. le defenderá un letrado del Turno de Oficio. Ayer se reencontró con familiares y amigos, y también con agentes de la Guardia Civil que intervinieron en esta causa y cuando fue detenido tras protagonizar la gran evasión. F. A. A. estuvo huido casi un año tras ser condenado a 23 años de prisión.