El verano 2022 deja en la protectora La Bienvenida un incremento de animales que han sido abandonados. En concreto, agosto ha roto una tendencia de los meses anteriores, «disparando» los abandonos, con una entrada cada día, «algunos incluso dos», señaló la presidenta de la asociación, Sara López de Mota. La situación es que el curso comienza con unos 150 animales en el refugio y la cifra llegaría a 200, pero hubo una enfermedad en los gatos que ha diezmado mucho su población. 

En este sentido, la presidenta de La Bienvenida apuntó que «el problema de los gatos va en aumento en la ciudad porque cada vez hay más y más gatos enfermos». Se trata de una problemática para la entidad que tiene una zona «mínima» destinada a los felinos y que ahora «está por encima del triple de su capacidad». «La gente no nos entiende cuando decimos que no podemos albergar más», pero es La Bienvenida la que corre con «todos los gastos» clínicos cuando llega un animal en estado, atropellado o con golpes. «Necesitamos gente que nos ayude con las acogidas» porque «las instalaciones las hicieron 'preparadas' para perros, pero no para un número tan elevado de gatos», dijo.

También pone el acento en la entrada de muchos perros sin chip. «A pesar de que es obligatorio, mucha gente sigue sin querer enterarse», pero en estos casos, si los quieren recuperar, cuando llegan a La Bienvenida por haberse escapado, «nos aseguramos que sea con chip a su nombre», indicó López de Mota. En el caso de los perros, la presidenta apuntó que confía que el otoño sea mejor que los últimos meses en entradas, porque tienen «la mitad del refugio lleno de los considerados razas peligrosas» y que acaban en La Bienvenida por «un dueño anterior irresponsable». «Ahora están condenados a vivir en un chenil toda su vida, porque no hay mentalidad para adoptarlos». Otro alto porcentaje son mastines, otra raza que por su tamaño tienen difícil salida.

La Bienvenida denuncia más abandonos este verano - Foto: Rueda VillaverdeLa Bienvenida no achaca estos abandonos a la postpandemia y familias que no planificaron bien la llegada de una mascota con la normalidad. De hecho, la situación, «en comparación con otros años» es similar, algo en lo que cree que ha tenido que ver que durante el confinamiento, cuando muchas familias se lanzaron a adoptar, La Bienvenida decidió estudiar caso a caso porque había miedo a que «la gente solo quisiese tener un perro para poder salir a la calle». «Negamos muchas peticiones y después nos hemos alegrado porque por desgracia fue así, muchos de los animales que adoptaron de otros refugios fueron abandonados o devueltos cuando acabaron las restricciones».

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