Con la llegada del frío y la pandemia de coronavirus, con una mayor probabilidad de contagios en espacios interiores que exteriores, los hosteleros se enfrentan a una situación incierta y temen una reducción de la clientela. Por ello, han solicitado alternativas que permitan extender lo máximo posible el disfrute de las terrazas.
Para dar respuesta a esta petición, el Consistorio ha venido trabajando en la elaboración de un condicionado técnico a cumplir por los hosteleros y que previsiblemente se aprobará el lunes en la Junta de Gobierno Local para permitir la colocación de elementos como mamparas, cortavientos o estufas que mitiguen el frío, para lo cual en principio sólo haría falta una comunicación previa por parte del hostelero. Así lo indicó la concejala de Medio Ambiente, Mariana Boadella, quien subrayó que deben ser elementos «móviles», que sea posible poner y quitar ágilmente, y no estructuras ancladas y con cerramientos que necesitan de un proyecto y de la correspondiente autorización.
Las estructuras a permitir combinan una parte metálica por debajo con otra de cristal, metacrilato o plástico por arriba. La altura máxima es de 1,60 metros. La instalación se permitirá durante el invierno y hasta el inicio de la temporada de verano, que arranca según la ordenanza municipal a mediados de marzo.
El objetivo de la Concejalía es atender con celeridad esta petición de los hosteleros y dar respuesta ante la nueva situación planteada a causa de la pandemia. En concreto, la gerente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería, Cristina Miranda, aseguró que «es una demanda importante», ya que con la situación actual por el COVID y la llegada del frío, hay ciudadanos que tienen miedo de estar en espacios interiores, a pesar -dijo- del cumplimiento de todas las medidas estipuladas por las autoridades sanitarias para evitar los contagios.
«Es inevitable que el cliente tenga miedo a estar dentro», comentó Miranda tras indicar que por ello las terrazas constituyen una alternativa para muchos negocios que podrían seguir atendiendo a sus clientes en el exterior pero con mecanismos que permitan mitigar el frío. Como en Ciudad Real, la petición se está trasladando a otros ayuntamientos de la provincia a fin de dar respuesta a esta necesidad surgida con la nueva normalidad. «Es una situación extraordinaria en una época extraordinaria», agregó la representante de los hosteleros, quien aseveró que la adopción de medidas sería «una apuesta clara por el empresariado, por el empleo y por contener la sangría» de cierres que se están registrando debido al COVID-19. Miranda, que había trasladado una batería de medidas al Ayuntamiento para dar respuesta a esta situación, aseguró que el número de contagios en bares «es ínfimo».