El BM Caserío tiene por delante los cinco últimos partidos de la temporada regular. Una recta final decisiva en la que no puede fallar si quiere seguir manteniendo esa privilegiada segunda posición en la tabla del Grupo F de Primera Estatal, con su perseguidor, el BM Pinto, pisándole los talones a un solo punto de distancia. Por ello, el conjunto ciudadrealeño se está acostumbrando a afontar sus últimos compromisos con esa presión añadida, o como lo definía su jugador Óscar Caballo, "con la pistola en la cabeza".

Y el sábado toca recibir en el Puerta de Santa María (20 horas) al BM Pozoblanco, un peligroso rival ante el que los manchegos no podían en el partido de la primera vuelta (18-18). Los cordobeses, en mitad de la clasificación, ya no se juegan nada, lo que podría facilitarles jugar un partido sin presión y con desparpajo. "Es un equipo muy intenso, con buenos jugadores en todas las posiciones. En la primera vuelta nos faltó intensidad para ganarles", recordaba Caballo.

El canterano marianista cree que el cambio de escenario, al estar el Quijote Arena cerrado, es un inconveniente al que "tendremos que adaptarnos" para seguir sumando puntos de oro en esta recta final liguera.

Buscando refuerzos

Mario Blanco y Kike Chacón siguen siendo bajas en el equipo, por lo que el club se está planteando reforzar la plantilla antes de que se cierre el plazo de fichajes (miércoles 13), de cara a las últimas cuatro jornadas ligueras y a una posible fase de ascenso a Plata.