Sube 1,5 euros el metro cuadrado de alquiler en 5 años

Almudena Morales
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En enero de 2023 el precio del metro cuadrado se sitúa en 6,2 euros, frente a los 4,8 euros que costaba en 2018. El precio medio de venta se sitúa en los 889 euros

A nivel nacional también cayó tanto la compraventa como la concesión de hipotecas en febrero. - Foto: Javier Pozo

Hace unos años podíamos pagar algo más de 400 euros por un piso de alquiler en Castilla-La Mancha. Ahora el precio supera los 550 euros y dependiendo de la zona es incluso mayor. Poder alquilar en solitario, se ha convertido en un lujo no apto para todos los bolsillos. En enero de 2018 el metro cuadrado en la región se situaba en los 4,8 euros de media, según los datos de los que dispone el portal inmobiliario Idealista. Podemos suponer entonces que una vivienda de unos 90 metros cuadrados nos costaría 432 euros en 2018. Si hacemos el mismo calculo en 2023, la variable sube hasta los 558 euros de media por una vivienda del mismo tamaño. En estos años el precio ha aumentado en 1,4 euros por cada metro cuadrado. 

«Aquellas personas que busquen una vivienda de alquiler en Castilla-La Mancha se encontrarán un precio medio de 6,2 euros por metro cuadrado», explica para La Tribuna Francisco Iñareta, portavoz del portal inmobiliario Idealista, un precio que es un 4,6% superior al que había hace un año. 

Si comparamos los precios de Castilla-La Mancha con el resto de comunidades autónomas obtenemos que la región, «es la segunda más económica para alquilar una vivienda en España, solo superada por Extremadura que mantiene a 5,8 euros el metro cuadrado» y se sitúa como la comunidad autónoma más barata para vivir en alquiler. 

Además explica Iñareta que los precios no son uniformes en todas las provincias de la región y varían  según los servicios que ofrecen. De esta forma, por varios factores, entre ellos su cercanía a Madrid, Guadalajara es en estos momentos la provincia más cara con un precio medio de 7,1 euros el metro cuadrado, le sigue Albacete, con 6,4 euros y Toledo a 6,3 euros el metro cuadrado. En el caso de Ciudad Real el precio baja a 5,6 euros el metro cuadrado y Cuenca se sitúa como la provincia más barata en la región con un alquiler medio de 5,5 euros. 

El confinamiento generado por la pandemia de la Covid-19 hizo que un elevado número de población quisiera modificar sus condiciones de vida. Se busca un nivel de confort más elevado en todos los sentidos. «En los últimos años muchos inquilinos comprobaban que su alquiler era igual o más alto que la letra de una hipoteca para la misma vivienda», algo que hacía que «si tenían los ahorros necesarios para optar a financiación decidían adquirir una vivienda». Sin embargo en el último año, con la subida de precios y «con el creciente encarecimiento de la financiación, este trasvase de inquilinos a hipotecados no está siendo tan fluido, y casi únicamente adquieren viviendas aquellos perfiles que no necesitan hipoteca». 

El aumento de los precios, animados por una alta inflación, está obligando a cambiar los modelos de vida y muchas personas se están viendo obligadas a compartir piso con dos o tres desconocidos. Explica Iñareta que en España la diferencia de precio entre alquilar una habitación en un piso compartido y alquilar un estudio es del 79%. Por ello, «muchas personas cuyo presupuesto es ajustado se decantan por el alquiler de una habitación». Si la opción final es compartir,  los precios rondarán los 280 euros al mes en Guadalajara y unos 250 en Toledo. Los precios son más económicos en Cuenca, 220 euros al mes; en Albacete 200 euros y Ciudad Real, 165 euros al mes. 

La oferta de alquiler cae un 17 por ciento en el último año, frente a un aumento de demanda

Los precios siguen subiendo, pero la necesidad de vivienda no deja de bajar. En muchos casos es necesario ajustarse el cinturón un poco más para conseguir pagar unas rentas que dificultan la vida en solitario, e incluso en compañía. Explica Francisco Iñareta, portavoz de Idealista que «el mercado de alquiler sufre por un lado una demanda constante y que en ocasiones no para de crecer, junto a una oferta que ha caído un 17% en el último año y que no se repone al ritmo que necesita la demanda». Esta ley de mercado genera una velocidad acelerada, «el 15% de las viviendas en alquiler duran menos de una semana en el mercado, y en el caso de aquellas viviendas cuyo precio es igual o inferior a 750 euros al mes el porcentaje es del 17%». La toma de decisión por tanto debe ser inmediata, en algunos casos incluso ni se visita la vivienda. 

La otra cara de esta formula es la del propietario o propietaria, que en muchas ocasiones «por el miedo a impago, establecen requisitos adicionales que en cierta medida les asegura no dejar de percibir la renta mensual en el futuro», hablamos de avales, depósitos, petición de nóminas, contratos laborales o incluso registros de gastos bancarios. «Aquellos posibles inquilinos que no cumplan con estos requisitos se ven expulsados de estos procesos de 'casting' e incrementa su ansiedad al percibir la enorme dificultad de encontrar una vivienda acorde a sus necesidades». Iñareta aboga porque «las autoridades apuesten por medidas que generen el crecimiento de la oferta disponible como mejor herramienta para bajar los precios». Así como para, «acabar con la ansiedad de las familias que buscan una vivienda en alquiler». Se traduce en seguridad jurídica para propietarios y también para inquilinos.