Isidre Pérez, técnico del Alarcos, hizo una valoración "muy negativa" de la derrota de su equipo, la séptima consecutiva, ante el Alcobendas (24-27). El técnico alicantino no se mordió la lengua y aseguró que esta dinámica de resultados "es un peso brutal, una losa de hormigón terrible".

"Lo que vale es sumar y no lo hemos conseguido, así que estoy hay que cambiarlo ya. Si yo soy el problema y que la solución es que yo dé un paso al lado no habrá ningún problema. A mí lo que me importa es el escudo del club y nuestra afición. Si el club considera que yo debo dar un paso al lado, lo daré encantado. Todo sea para que este equipo se salve porque esa gente lo merece", reiteró.

El preparador alarquista recuerda que "hemos perdido una final que nos complica mucho el tema de la salvación. Lograr la permanencia no es imposible, pero si no ganas los partidos en casa de esta fase dramática por la permanencia, apaga y vámonos. Íbamos perdiendo, nos pusimos dos arriba al inicio del segundo periodo, pero es que no podemos jugar a rachas. Hubo momentos de muy buen balonmano, pero de repente nos viene el bajón. Y eso ante un equipo constante como Alcobendas te cuesta caro. Seguro que he cometido errores y yo soy responsable de los fallos del equipo por no saber transmitir el mensaje que corresponde. Cometimos errores imperdonables que no se pueden cometer si te quieres salvar".

Para Pérez, "ya no vale" escudarse en que se trata de un equipo joven. "Hay que aprender de los errores y no aprendemos, incluido yo. Si el club sigue confiando en mí, no queda otra que seguir trabajando".

El próximo encuentro del Alarcos será ante el Ikasa Madrid, penúltimo con 3 puntos y que viene de ganar en Sant Quirze. "No es un mal rival. Su clasificación es engañosa. Es un conjunto muy incómodo, pero el problema está más en nosotros que en los rivales".