El presidente del Gobierno sigue dando fuelle a la reclamación de ERC de reformar el delito de malversación ligado a los delitos de sedición. Consciente de la necesidad de mantener el apoyo de sus socios republicanos para sacar adelante pilares tan cruciales en la legislatura como los Presupuestos Generales, Pedro Sánchez insistió ayer en que continúa abierto a una posible modificación en este sentido del Código Penal, aunque pidió un poco de oxígeno y llamó a esperar a la tramitación de enmiendas a la proposición de ley presentada por PSOE y Unidas Podemos en el Congreso para derogar la sedición.

Así lo manifestó en repetidas ocasiones en la rueda de prensa ofrecida en Bali (Indonesia) tras la celebración de la cumbre del G20, en la que el líder socialista en ningún momento negó que quiera tocar la malversación.

Además, desmintió que esta reforma vaya a suponer un desmantelamiento del Estado de Derecho porque los delitos cometidos en Cataluña en 2017 siguen presentes en el Código Penal y además la Constitución Española tiene instrumentos para defenderse como el artículo 155. 

No obstante, Sánchez insistió en que van a esperar a conocer el contenido de esas enmiendas y «se debatirá entonces», pero que ahora «no corresponde hablar sobre algo abstracto». Y es que, para el presidente, lo importante en este momento es iniciar el debate en las Cortes de la propuesta del Gobierno que plantea eliminar el delito de sedición y sustituirlo por uno de desórdenes públicos agravados. «Si hay otras fuerzas que quieren incorporar otros elementos, se debatirá entonces», reiteró.

Será en el momento en que se inicie la tramitación parlamentaria cuando conozcan exactamente los términos de las enmiendas y pueda mostrar su posicionamiento, pero en este momento sería hablar «sobre hipótesis», apuntó, por lo que eludió pronunciarse.

En ese punto, el líder del PSOE pidió de nuevo «dejar trabajar a los grupos» parlamentarios y sostuvo que el Ejecutivo y él mismo han cumplido su compromiso «reiterado en varias ocasiones en el Parlamento y ante los medios».

En este sentido, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, adelantó ya el pasado martes que su formación y los socialistas ya estaban negociando reformar el delito de malversación, eso sí, vinculado solo al de sedición y no a prácticas de corrupción. Tanto sedición como malversación fueron los tipos penales por los que fueron condenados los líderes del proceso independentista en Cataluña.

Además, Rufián indicó que la supresión del delito de sedición se negoció «hace tiempo» con el PSOE y que esas conversaciones continúan para retocar el de malversación en lo que hace referencia al uso de dinero público para esas protestas, pero no a prácticas de corrupción. «Esa es la clave y por eso hay que ser quirúrgico», indicó. Sin embargo, ni desde el PSOE ni desde el Gobierno han confirmado estas conversaciones por el momento.

A favor del secesionismo

Mientras, la principal fuerza de la oposición continuó criticando una serie de cambios que considera una «concesión a los secesionistas». De este modo, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, adelantó que preguntará el próximo martes a Sánchez, en la sesión de control al Gobierno en el Senado, si va a reformar también el delito de malversación para favorecer a sus «socios» independentistas y al expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán. «¿Va a seguir reformando el Código Penal para favorecer a miembros de su partido y a sus socios de Gobierno?», reza textualmente en la pregunta registrada que Feijóo va a formular la próxima semana en el Pleno de la Cámara Alta.

El portavoz del Grupo Popular en el Senado, Javier Maroto, aseguró que su partido exige del inquilino de la Moncloa una respuesta «concreta», «sincera» y que «sirva» al conjunto de los españoles, ya que, según señaló, está dando pasos para «arreglarle» la vida a los «golpistas» y a otros «delincuentes». «Lo que está haciendo Pedro Sánchez para perdonar a los que han cometido un golpe de Estado en este país con sentencia firme es dar un golpe a la Justicia, al Tribunal Supremo, al Constitucional y al conjunto de españoles», declaró Maroto en una rueda de prensa en la Cámara Alta.

El popular insistió también en que el Ejecutivo, al abrir la puerta a cambiar también la malversación, lo que hace es «perdonar a los que han cometido un golpe de Estado» pero favorecer también a otros dirigentes condenados por el caso de los ERE como Griñán.