Las casas apagan la luz: rebajan un 4% su consumo eléctrico

R. Chávarri
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Las familias ciudadrealeñas acabaron 2022 con el segundo dato de gasto energético más bajo en casi 20 años. El comercio, con el apagado de escaparates, también consumió menos

Factura de la luz de un hogar de la provincia de Ciudad Real. - Foto: Rueda Villaverde

Los hogares de la provincia de Ciudad Real trataron de ajustar sus gastos en todo lo que pudieron durante 2022, el año de la inflación. Lo hicieron al echar gasolina, en la cesta de la compra del súper y, también, al encender y apagar la luz. Las compañías eléctricas y Unesa ponen cifra a ese ahorro: el consumo eléctrico, centrado en el uso doméstico, en la provincia, en 2022, cayó más de un 4%. Se consumieron 30.000 megavatios hora menos que en 2021. Una tendencia a la baja que no es nueva, porque los hogares ciudadrealeños gastan cada vez menos luz. Así viene pasando prácticamente, año a año, en la última década, menos en 2019. De hecho, durante el año pasado, los datos de los contadores reflejan el consumo más bajo en las viviendas de la provincia desde 2003, con la excepción de los datos acumulados en 2018.

El motivo de ese recorte hay que buscarlo, sobre todo, en la evolución que ha marcado en los últimos meses el precio de la luz. La tasa interanual del IPC del grupo de la electricidad llegó a crecer el año pasado a un ritmo del 80% en la provincia. La 'excepción ibérica' dio un respiro al bolsillo con una factura energética que empezó a aflojar desde finales del verano hasta llegar a este 2023 con el precio de la luz más barato de lo que estaba al inicio de 2022. En enero marcó una tasa negativa del 5%. Pero entre medias, las familias apagaron la luz. Y no fueron las únicas. Los datos que recogen las elécticas repasan más de una treintena de usos de la luz dependiendo del sector, desde el agrícola, al hostelero, el comercial o tmabién el alumbrado público. En más de 20 bajó.

Uno de los que más gastan, las tiendas y comercios dedicados a la venta de productos de alimentación, bebidas y tabaco, se apretaron el cinturón y lograron rebajar el número de kilovatios que aparece en su factura. Algo más del cuatro por ciento. Aquí, además de la intención de ahorrar también hay que tener en cuenta que el comercio, por ley, desde el mes de agosto del año pasado, debe apagar el alumbrado de sus escaparates desde las 22 horas.  Y eso ayudó a que el comercio gastase menos. Esa medida de ahorro energético adoptada por el Gobierno de España, que llegó de la mano de los límites de las temperaturas en los aires acondicionados y las calefacciones, también era, y sigue siendo, obligatoria para el alumbrado de edificios públicos «que a la referida hora -las 10 de la noche- se encuentren desocupados». ¿Eso se tradujo en una rebaja de la factura de la luz en la administración? No. Al menos así lo indican las compañías eléctricas y Unesa. El consumo eléctrico de la administración y otros servicios públicos en Ciudad Real  es el segundo más alto después del de los hogares y durante 2022 creció, aunque es verdad que desde que el Gobierno ordenó que las luces de los edificios públicos se apagasen para ahorrar energía, el consumo ha bajado en todos los meses, menos noviembre.

Sí se metió la tijera al alumbrado público, donde se limitaron los kilovatios algo más del uno por ciento también gracias a la renovación, que se impulsa desde la Diputación de Ciudad Real, de las luminarias de los municipios de la provincia para hacerlos más eficientes, con menos gasto y más ahorro energético. Además, también bajó el uso de la electricidad, otro cuatro por ciento, en el campo; en la industria siderúrgica, otro 11 por ciento; o en la construcción, que también ahorró un cinco por ciento su gasto energético. 

 

Escaparates apagados hasta noviembre

Limitar a 27 grados el uso del aire acondicionado en verano y a 19 grados la calefacción en invierno en edificios públicos, espacios comerciales y grandes almacenes, infraestructuras de transporte (aeropuertos y estaciones de tren y autobús), espacios culturales y hoteles, así como apagar las luces de escaparates y edificios públicos que estén desocupados a partir de las 22.00 horas fueron las primeras medidas que entraron en vigor en agosto, en el primer paquete de medidas de ahorro y eficiencia energética aprobado por el Gobierno para reducir rápidamente el consumo de energía y cumplir con los compromisos europeos derivados del conflicto en Ucrania. Todas estas iniciativas tendrán una vigencia que se prolongará hasta el próximo día 1 de noviembre.