'Bronce' y Rufo marcan la diferencia en Almodóvar

Rafael Zaldívar
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Buena entrada, mal juego de los 'Sorandos' y confusión a la hora de conceder los trofeos. Feo detalle de Aguado

Aguado, en la faena de muleta al segundo. - Foto: R. Z.

La tarde no venía muy entrada en orejas en la segunda corrida de la Feria de Almodóvar y algún sector del público se enojaba con la presidencia, que dicho sea de paso, se mantuvo firme y seria a la hora de conceder trofeos. Hay que hacer constar que un festejo no debe ser calibrado por el número de apéndices cortados, sino por lo que en realidad se ve en el ruedo. El malestar tomó cuerpo en el quinto, con una faena correcta de Aguado, templada, ante un toro aplomado de Sorando, al que había que sacar los muletazos de uno en uno. Aguado practica un toreo de gusto y clase y eso no lo vamos a descubrir ahora. La estocada fue de efecto rápido y los peones se apresuraron a cortar dos orejas cuando al parecer sólo se había concedido una. Algunos dijeron que el presidente había sacado un solo pañuelo, lo que contribuyó a la polémica posterior. Aguado hizo gestos a la cuadrilla, éstos siguieron en sus trece y al final el desagrado se hizo patente en el tendido. El espada optó por tirar los trofeos y marcharse hacia la tronera del burladero. Feo gesto, pues debió de dar la vuelta y no echar al público contra la presidencia.

Calmados los ánimos salió el sexto, de Juan Pedro, al que anotamos un buen par a Fernando Sánchez. Tomás Rufo, que ve toro en todas partes, tiró de dominio en una faena sobre ambas manos a un astado soso y mansurrón. Le costaba un mundo embestir y le sacó los muletazos a base de tesón y de aguantar. Muy firme, tiró la muleta al final, a la manera de desplante.

Media en la yema y el peonaje otra vez, que si una, que si dos…al final con poca luz, ninguna. El público de mal carácter y los toreros también. La cosa terminó con división de opiniones y los toreros cogiendo los 'bártulos' y hasta otra. Salió perjudicado Rufo, sin lugar a dudas.

Aguado liándose el capote de paseo.Aguado liándose el capote de paseo. - Foto: R. Z.

Tomás Rufo, ya había cortado dos apéndices de ley en el tercero de la tarde, un 'colorao' blandito que tomó un puyazo. Faena con las dos rodillas en tierra, predominando la ligazón y los pases de pecho de pitón a rabo. Los naturales mandones y templados levantaron al público. Mucho sitio del toledano, metido entre los pitones en plan dominador. Pinchó antes de la estocada y recibió las orejas del cornúpeta. El animal fue el mejor de la ganadería titular.

Aguado, en el segundo de la tarde se encontró con un toro regordío, cómodo de cabeza, que hundió los pitones en la arena dando una vuelta de campana. Al salir del caballo la blandura se hizo más manifiesta, cosa que repitió en el quite, partiéndose encima el pitón izquierdo. Salió el segundo bis, un Juan Pedro que fue a más, aunque blandeara también. Verónicas con la pierna flexionada seguidas de lances ganando terreno. Quitó por Chicuelo y comenzó la faena llevando muy toreado al Domecq, que sacó casta y le permitió lucirse por redondos y naturales bien ligados con el de pecho. Mató de trasera y caída y obtuvo petición con saludos.

Abrió plaza el rejoneador Diego Ventura, al que tocó en suerte un 'torete' de Hermanos Serrano, con muy poca presencia. Muy por encima de su antagonista, fue cosiendo la cabalgadura a sus embestidas, destacando los quiebros y alardes de costado con 'Nómada' y las banderillas con 'Guadiana', un tordo lusitano con el que puso un par a dos manos espectacular. Pinchazo y rejón contrario de efectos rápidos. Saludos. Se superó en el cuarto, formando un 'taco' con 'Bronce', que toreó de costado, quebrando y clavando sin cabezada. Este lusitano de capa baya, del hierro de Manuel Braga, causó sensación. Puso a todos de acuerdo y el centauro se creció en una perfecta armonía. Después repitió con 'Guadiana', dando un rejonazo certero a la hora de matar. Ofreció una sinfonía ante otro ejemplar de los Hermanos Serrano, mejor presentado que el anterior y con más pinta de toro. Cortó los máximos trofeos y se llevó las ovaciones antes de la discusión citada con los de a pie.

Diego Ventura cortó los máximos trofeos al cuarto.
Diego Ventura cortó los máximos trofeos al cuarto. - Foto: R. Z.

La plaza registró buena entrada y se guardó un minuto de silencio al finalizar el paseíllo por Manuel Gijón, propietario de la cuadra de caballos, persona afable, natural de Almodóvar del Campo.