El BM Caserío afronta los últimos cuatro partidos de la fase regular en una situación privilegiada, con dos puntos de ventaja sobre el tercer clasificado, dependiendo de sí mismo, con los depósitos de moral llenos y con un refuerzo de última hora en la plantilla, el joven extremo zurdo, Manuel Alejandro Gómez Serrato, procedente del BM Cañiza. El gallego, sin entra en la convocatoria, podría debutar este sábado (19.30 horas) en la pista del Melilla, donde los de Santi Urdiales reanudarán la competición después del parón por Semana Santa. Un compromiso del que no se fían los de Ciudad Real, pese a que el conjunto norteafricano ocupa una discreta trigésima posición en la tabla.

Se repiten las bajas de Quique Chacón y Mario Blanco, a las que se suma la duda de Fran Vidal, con problemas en un abductor y que no arriesgará.

Los ciudadrealeños tienen cada vez más cerca la posibilidad de repetir presencia en fase de ascenso y se han propuesto no fallar en estos cuatro compromisos que les quedan, empezando por la complicada visita a Melilla y los posteriores contra Corazonistas, SAFA y Palma del Río. Sumando seis de los ocho puntos no solo asegurarían la segunda plaza y la fase de ascenso, sino que meterían presión al líder, el Ikasa Madrid, ya que los de Urdiales no renuncian a acabar como campeones de este Grupo F.

"Seguimos afrontando cada partido como una final. Nos quedan cuatro encuentros y tres de ellos son fuera, así que está todo muy enfocado a ganar el partido del Melilla. Que ahora saquemos dos puntos al tercer clasificado no debe significar que tengamos menos hambre", afirmaba Santiago Urdiales, que advertía que el rival de este sábado "ha cambiado mucho respecto a la primera vuelta y tiene jugadores determinantes, como los mexicanos Sandoval y Villalobos. Es un conjunto muy difícil de defender. Esa será una de las claves, parar su calidad para poder salir al contragolp".

En la primera vuelta el Caserío se imponía en el Quijote Arena por un trabajado 35-31.