La reestructuración de categorías aprobada por la Federación Española de Fútbol a raíz de la pandemia puede provocar un auténtico terremoto en el balompié regional al término de esta campaña. 

Dos factores son claves. Por un lado, la delicada situación de los cuatro equipos castellano-manchegos que militan en el Grupo V de Segunda RFEF (Socuéllamos, Marchamalo, Calvo Sotelo y Toledo), todos ellos ahora mismo en posiciones de descenso a Tercera RFEF. 

Y por otro lado, la reducción a 16 equipos la próxima campaña del Grupo XVIII de Tercera RFEF,  de tal forma que a los cuatro descensos seguros a Primera Preferente (el excluido La Roda más otros tres) habrá que sumar otros tantos equipos como descensos de conjuntos de Castilla-La Mancha haya desde Segunda RFEF. 

Es decir, en el peor de los casos, que desciendan los cuatro manchegos a Tercera RFEF, serían siete los equipos que bajarían a Primera Preferente desde el Grupo XVIII, integrado por 17 conjuntos, prácticamente la mitad.

Por lo tanto, la permanencia estará más cara que nunca y pocos equipos pueden sentirse a salvo cuando aún restan siete jornadas por disputarse.

Con Hogar Alcarreño y Miguelturreño virtualmente descendidos, otros seis o siete equipos están inmersos en esa pelea por la permanencia. De hecho, el primer conjunto que ahora mismo se salvaría sería el Manchego, décimo en la tabla y que posee una renta de cinco puntos sobre sus dos más inmediatos perseguidores, Balazote y Villacañas. 

A pesar de estar completando una magnífica segunda vuelta y que, por ejemplo, ha sumado diez de los doce últimos puntos posibles, los de Armindo siguen con esa amenaza del descenso y, en este sentido, el choque de este domingo ante el Huracán de Balazote se antoja fundamental. Un triunfo ante los albaceteños sería una dosis de confianza tremenda para el conjunto mancheguista, que en el caso de perder se vería abocado a sufrir.

Un escalón por encima, en Segunda RFEF, las sensaciones son muy diferentes, aunque Calvo Sotelo y Socuéllamos se encuentren en posiciones de descenso.

El Socuéllamos es uno de los conjuntos más en forma de la competición en el Grupo V de Segunda RFEF y en las siete últimas jornadas ha sumado cuatro victorias y tres empates, con seis goles a favor y ninguno en contra, lo que le ha permitido estar ahora a dos puntos de las posiciones de promoción y de salvación, con un partido menos disputado, el aplazado este pasado domingo en el Paquito Giménez frente al Melilla.

En Puertollano la situación se ha complicado mucho. En las últimas ocho jornadas los industriales han cosechado una victoria, un empate y seis derrotas y las posiciones de promoción y salvación quedan ya a ocho puntos, cuando faltan por disputarse diez jornadas. Los de Masegosa tienen los mismos puntos que el Toledo y uno menos que el Marchamalo, una situación crítica para todos ellos que tendría sus consecuencias en Tercera RFEF, categoría que la próxima campaña contará con 16 equipos.