La incidencia del coronavirus en los mayores de 60 años de la provincia de Ciudad Real, entre los que se centra ahora la nueva estrategia de seguimiento de la pandemia, dejó atrás las celebraciones de Semana Santa con un repunte de contagios y con una incidencia acumulada que escala hasta los 500 casos por 100.000 habitantes, en la fase de riesgo muy alto de contagios en el semáforo del COVID.

Según la información facilitada este viernes por el Gobierno de Castilla-La Mancha, la provincia registró 388 positivos entre mayores de 60 años del Lunes Santo, el 11 de abril, al domingo 17, Domingo de Resurrección. La semana previa el número de contagios llegó a los 278 en Ciudad Real, de nuevo, el territorio de la región que más infecciones por SARS-CoV-2 registra de la comunidad autónoma. En Albacete, por ejemplo, se anotaron 200 casos; 196 en Cuenca; 70 en Guadalajara; y 212 en Toledo.

En el ámbito municipal, Ciudad Real capital es la que asume gran parte de los nuevos positivos que se dan entre los mayores. La incidencia roza los 600 puntos tras acumular más de un centenar de casos en 14 días. De hecho, Ciudad Real es la única localidad de la provincia donde se pasa esa barrera de las 100 infecciones y Alcázar y Puertollano, las otras dos que superaron los 50 casos. Estos dos municipios también están en riesgo muy alto de contagios, que está disparada en Poblete: casi 15.000 puntos que se explican en la avalancha de casos diagnosticados justo antes de Semana Santa, 44 frente a los apenas cinco detectados la pasada semana. Ahora mismo, uno de cada cuatro municipios de la provincia tiene a sus mayores en situación de riesgo muy alto por el número de contagios que se está dando de COVID-19.