Ciudad Real sigue a la cabeza en marcar la X de la Iglesia

Pilar Muñoz
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Los ciudadrealeños continúan siendo los contribuyentes de España que más marcan la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta. Este año la Diócesis va a recibir 2.893.000 euros

Ciudad Real sigue a la cabeza en marcar la X de la Iglesia - Foto: PABLO LORENTE

Uno de cada tres contribuyentes marca en España la casilla en favor de la Iglesia Católica, situándose un año más a la cabeza la provincia de Ciudad Real. Según los datos ofrecidos esta mañana por el ecónomo de la Diócesis ciudadrealeña, Jesús Álvarez, y una de las responsables de la administración del Obispado, Isabel Oviedo, en la campaña de la última declaración de la renta de 2019 que corresponde al ejercicio fiscal de 2018 se ha incrementado tanto en el número como el importe de la asignación en favor de la Iglesia Católica en Ciudad Real. Se ha pasado de más de 111.500 declaraciones  a 113.660. En cuanto al importe asignado, la cantidad recaudada, se ha incrementado en un 6,70 % al pasar de 2.237.000 euros a 2.387.000, es decir 150.000 euros más que en el anterior ejercicio.

El 51,8% de las declaraciones presentadas en Ciudad Real en el ejercicio de 2018 marcaron la ‘X’ en la casilla de la Iglesia. De este modo, la Iglesia de Ciudad Real recibirá durante este ejercicio 2020 más de 2.893.000 euros, cantidad que se designará al desarrollo de actividades pastorales, al pago de nóminas del clero y el personal de la Diócesis, a actividades asistenciales, centros de formación, a la ayuda a la Iglesia en el ámbito nacional e internacional y al mantenimiento de templos y edificios.

En el conjunto de Estado español la Iglesia ha recibido 284,4 millones de euros, un 6,19% más que en el anterior ejercicio, esto es, 16,5 millones más. 

Isabel Oviedo ha explicado que el número de declaraciones en favor de la Iglesia, que pasa a la Conferencia Episcopal, ha ascendido a 7.191.387 en todo el territorio nacional y se ha incrementado con respecto a la del ejercicio anterior en 25.885, más de 8,5 millones de declarantes han marcado la casilla de la Iglesia.

Por edades, el tramo de contribuyentes que ponen la 'X' en su declaración  oscila entre los 40 y 60 años, siendo las mujeres más proclive (un 34,90%).

En cuanto al tipo de declaración, son las individuales las que más marcan esta casilla. 

De su lado, el ecónomo de la Diócesis de Ciudad Real manifestó que agradecen la "generosa" colaboración de todos los contribuyentes que han marcado la casilla de la Iglesia Católica en su última declaración de la renta, al tiempo que animan a seguir marcando la 'X' porque supone "mucha ayuda a bastantes personas".

Igualmente agradecen la "inmesa" colaboración de tantas personas que además de marcar la casilla de la Iglesia Católica colaboran con su tiempo, oración, con su dinero en el desarrollo de la labor religiosa, espiritual y social al servicio de muchos millones de personas en España y en otros países.

Marcar las dos casillas que actualmente hay la declaración de la renta, la de la Iglesia y la de otros fines de interés social es un ejercicio "libre y democrático", ya que se elige libremente destinar una parte de nuestros impuestos a algo que consideramos importante para toda la sociedad.   

El porcentaje "no se divide, suma; y no se paga más ni supone que Hacienda devuelva menos dinero al contribuyente". Por ello, animan a marcar las dos casillas al mismo tiempo, ya que el porcentaje se suma. 

Consideran que las personas que marcan la 'X' valora la labor que realiza la Iglesia Católica. "Hoy más que nunca ofrece toda su ayuda", subrayaron Álvarez y Oviedo.

Aseguraron que "la Iglesia siempre está dispuesta al servicio de la humanidad   y nunca deja de ofrecer su ayuda sobre todo en los momentos más díficiles como los que atravesamos por la pandemia del coronavirus".

Al hilo de ello, manifestaron que durante el confinamiento, las parroquias han estado cerradas por recomendaciones sanitarias, pero la Iglesia no. "Siempre ha estado dispuesta a ayudar y a servir. Los capellanes sanitarios han estado acompañando a los enfermos, moribundos y familiares; los sacerdotes despidiendo cristianamente, a las puertas de los cementerios, a tantas personas que han muerto en soledad. Los voluntarios y trabajadores de las cáritas parroquiales atendiendo las demandas de las personas que necesitaban ayuda material o haciendo mascarillas para hospitales y residencias y las congregaciones religiosas repartiendo raciones de comida en largas filas de personas", concluyeron.