Las imágenes y vídeos en las que dos mujeres se enfrentaban en Ciudad Real el pasado sábado a manifestantes de la protesta convocada por Vox como crítica a la gestión del Gobierno central de la crisis sanitaria han trascendido las fronteras provinciales para situarse en un plano nacional, lo que a su vez también ha provocado que se viralicen mensajes en las redes sociales tratando de identificarlas y señalando que ninguna de ellas pertenece a la profesión sanitaria. 

No en vano, ambas mujeres protestaron ataviadas de indumentaria propia del ámbito sanitario y portaban carteles con mensajes como «las sanitarias curando, los fascistas contagiando», «vuestras banderas no curan» y «el fascismo también es un virus». 

El debate sobre la acción llevada a cabo por estas dos mujeres se ha centrado en si ambas eran sanitarias o si en realidad estaban suplantando este ámbito profesional. 

"Sin constancia" de que las manifestantes fueran enfemeras - Foto: Rueda VillaverdeDesde el Colegio de Enfermería de Ciudad Real  se señala que «de manera imprudente se ha venido diciendo que son enfermeras, pero no hay constancia de ello».

De acuerdo a la Ley 55/2003, de 16 de diciembre, del Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud, está considerada como falta muy grave el «abandono del servicio», argumento que se arguye para señalar que estas dos personas no estaban desempeñando sus funciones en el Hospital General Universitario de Ciudad Real, centro junto al que se desarrollaron unas protestas focalizadas en la avenida de los Reyes Católicos con vehículos circulando a velocidad reducida.

Asimismo, diversas fuentes señalan que ninguna de las dos indumentarias que portaban estas dos mujeres correspondían a las del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha. 

"Sin constancia" de que las manifestantes fueran enfemeras - Foto: Rueda Villaverdeautoría. Varias de las imágenes difundidas en redes sociales en las que se trataba de identificar a las autoras de las contraprotestas son de la fotógrafa Esther Kiras, que señala que «han utilizado las fotografías sin mi consentimiento», que a su vez lamenta «la repercusión a nivel social» que está sufriendo por esta situación. 

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