Los conductores ciudadrealeños encadena ya nueve semanas de caída del precio de los combustibles y que, desde finales de junio, no han hecho otra cosa que abaratarse hasta quedarse, este lunes, en los 1,777 euros por litro de gasolina de 95 octanos, y de 1,838 euros para el gasóleo habitual.

Desde la semana del 20 al 26 de junio, el precio de ambos combustibles se ha reducido en la provincia entre un 16% de la gasolina y el 13,5 por ciento del diésel. En euros, llenar el depósito entonces y ahora cuesta de 14 a 17 euros menos.

La escalada de precios que sufre la provincia, entre las más inflacionistas del país, solo hay tres territorios donde el IPC ha subido más que aquí en 2022, no impide este desahogo para el bolsillo del conductor. De hecho, si en junio era noticia saber cuántas gasolineras tenían el precio del litro de combustible por debajo de los dos euros, ahora apenas queda una donde la gasolina de 95 supera esa barrera, en Valdepeñas y solo hay otra estación de servicio que comercializa el litro del diésel también por encima de los dos euros, en Argamasilla de Calatrava.

Los combustibles tocaron techo en Ciudad Real entre el 17 y el 18 de junio: 2,126 euros en la gasolina y el 28 de junio, cuando el gasóleo llegó a pagarse a 2,105 euros por litro, sin contar con el descuento obligatorio de los 20 céntimos que incluyó el Gobierno de España desde el 1 de abril. Entonces, los precios eran de 1,806 y 1,865 euros. De hecho, ya es más barato repostar en la gasolinera que antes de esa medida que se tomó para amortiguar el impacto de la guerra de Ucrania.

Eso sí, aunque siguen bajando los precios, la gasolina y el gasóleo siguen estando caros. Hace un año, el litro de la primera valía 1,409 euros; el de la segunda, 1,258.

Este verano, el Gobierno anunciaba la prórroga del descuento en los carburantes que deberán aplicar todas las gasolineras, de operadores que facturen más de 750 millones de euros, hasta el 31 de diciembre de este 2022, en un contexto en el que los ciudadrealeños no han dejado de gastar en combustible.

El último dato del consumo de productos petrolíferos, referido a los seis primeros meses del año, en los que aún no se notaba la reciente caída de los precios, las estaciones de servicio de la provincia marcaron el nivel más alto de ventas desde 2012 en la gasolina de 95, mientras que el consumo de diésel es también el más alto en tres años.

En concreto, las estaciones de servicio de la provincia han dispensado más de 20.800 toneladas de gasolina 95, por las menos de 17.000 del año pasado. Y aunque en las ventas los vehículos gasolina vayan ganando terreno a los diésel, este combustible sigue siendo el más demandado en las gasolineras: hasta junio se consumieron 138.400 toneladas de gasóleo A en la provincia. Una cifra aún por debajo de los años previos al COVID-19 y similar, por ejemplo, al registrado en 2015.