El camino de adoquines de la calle Bernardo Balbuena

Rafael Cantero
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Hogar del primer estadio de fútbol de Ciudad Real, sede del colegio Pablo Iglesias, la calle Bernardo Balbuena fue una de las creadas en los años 40 del pasado siglo para adaptar la capital a las necesidades de una ciudad que crecía y con más coches

El camino de adoquines de la calle Bernardo Balbuena

Ciudad Real empezó a experimentar un importante crecimiento demográfico en la primera mitad siglo XX que fue acompañado de un desarrollo urbanístico acorde con las circunstancias y que perseguía dar respuesta a los problemas que se planteaban, también, con la irrupción cada vez más fuerte de los vehículos a motor. Esta transformación que sufrió la ciudad acelerada en la década de los años 40, se puso de manifiesto entre otros aspectos con la apertura de nuevas calles, alineación y ensanchamiento de viales existentes y la incorporación de acerado y alumbrado a calles que carecían de él. 

Una de las calles que se aperturaron en los años 40 del pasado siglo fue la calle Bernardo Balbuena, que actualmente es paso casi obligado a la ciudad para quienes acceden a ella por la carretera de Badajoz y Córdoba. Esta importante arteria de la ciudad, que comienza en la calle Obispo Estenaga y termina en la ronda de Alarcos, fue creada ante la necesidad de tener una nueva salida desde el centro de la ciudad y dar fluidez al tráfico de vehículos que salían de ella, al tiempo que conectaba con las carreteras de Puertollano y Piedrabuena. 

Todo el terreno sobre el que se proyectó la nueva calle eran, mayoritariamente, grandes solares o espacios de terreno dedicados a usos agrícolas y ganaderos. Como anécdota hay que hacer constar que en 1924, en el terreno que actualmente ocupa el colegio Carlos Eraña, y que por entonces era un solar sin cerco de tapia, estaba el primer campo de fútbol que hubo en Ciudad Real. Fue bautizado con el nombre de Stadium Santa María. Tan llamativo nombre no se correspondía con la humildad del campo en sí, toda vez que era de pequeñas dimensiones, con sólo una fila de sillas portátiles, sin vestuario, los jugadores se vestían en las casas de la vecindad. El partido inaugural se celebró el 26 de octubre de 1924, enfrentándose los dos equipos punteros de la ciudad, el Athletic Manchego y el Club Once Negros.

El camino de adoquines de la calle Bernardo BalbuenaEl camino de adoquines de la calle Bernardo Balbuena - Foto: Tomás Fernández de MoyaEsta zona comenzó a ser habitada en los años 30 del pasado siglo cuando empezaron a construirse pequeñas edificaciones de una o dos plantas, aunque el impulso más grande lo recibió en 1932, con la inauguración del edificio del colegio público Pablo Iglesias, hoy denominado Carlos Eraña, que fue proyectado por el arquitecto Telmo Sánchez. 

En un principio, más que una calle era un camino empedrado. Fue en 1954 cuando se urbanizó, pavimentándose con adoquines de basalto, que era el material más popular y demandado en aquella época para calles y carreteras. Junto a la sustitución del empedrado por los adoquines de basalto, también se construyeron unos pequeños jardines con setos bajos en el centro de la calzada, que además de embellecer y dar un tono de vistosidad a la calle, contribuían a la división de la calzada en los dos sentidos de la marcha. 

En el año 1955, coincidiendo con la terminación de las obras de urbanización de la calle, que también fue dotada de acerado y alumbrado, la Corporación municipal tomó el acuerdo de rotular a esta nueva vía con el nombre de Bernardo Balbuena en recuerdo y homenaje de este ilustre valdepeñero que fue obispo de Puerto Rico, donde falleció, y que fue autor de importantes obras literarias.