Menos muertes en el trabajo que en el año del confinamiento

R. Ch. / H. L. M.
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El Ministerio de Trabajo contabiliza siete víctimas mortales entre trabajadores frente a los 19 que perdieron la vida en 2020

Ciudad Real sufre menos muertes en el trabajo que en 2020 - Foto: Tomás Fernández de Moya

Siete personas perdieron la vida el año pasado en la provincia mientras trabajaban: cinco en jornada laboral y dos más mientras iban o venían de su puesto, en accidentes in itinere. Esas son las cifras del Ministerio de Trabajo, que suponen un fuerte retroceso en comparación con 2020, el año del confinamiento laboral y en el que murieron 19 personas mientras trabajaban.

En ese dato de defunciones figuran las víctimas de la pandemia del coronavirus, sobre todo, sanitarios. En 2021, explican los sindicatos, no hubo que lamentar fallecidos por el COVID para cerrar un año que, en la última década, solo dos cursos mejoraron: 2018, con seis fallecidos; y 2016, con cuatro.

Para los sindicatos estas cifras son «la punta del iceberg» de la siniestralidad laboral, y ponen el acento en el incremento en el resto de la siniestralidad laboral. «Hay provincias en las que UGT está teniendo reuniones con la Fiscalía porque consideramos grave la situación de los trabajadores», explicó la secretaria provincial de UGT, Alfonsi Álvarez, quien señala que en Ciudad Real analizan pedir un encuentro en el que también participe la administración nacional para abordar este problema. De hecho, por «las condiciones denigrantes» que encontraron, el sindicato solicitó a la Inspección de Trabajo el cierre de una empresa la semana pasada. «La Inspección hace todo lo que puede, y muy bien, pero tiene pocos efectivos», por lo que UGT participa de esa prevención con sus dos técnicos, a la espera de que el Ministerio aumente la plantilla de la Inspección, «porque con la ley de prevención de riesgos laborales y la reforma laboral, es impepinable que se aumente». Esa vinculación de reforma laboral y salud es clave, porque la secretaria provincial apunta al «miedo» a perder un empleo como freno para denunciar situaciones de riesgo y la temporalidad de los trabajadores como argumentos de que haya menos inversión.

 En Ciudad Real, el resto de datos de siniestralidad laboral dejaron más accidentes leves pero menos graves. En momentos de récord de generación de empleo, con tanta gente trabajando como antes de la crisis del ladrillo de 2008, Ciudad Real sufrió 31 accidentes graves en 2021 -un año antes fueron 54- y 5.234 leves, por los 4.896 de 2020.

Los sectores que más accidentes sufren son los mismos de siempre. El primero, el ladrillo. La construcción suma uno de cada cinco accidentes. El inicio del año ha puesto la lupa en esta actividad. En enero un hombre perdía la vida en Poblete por un siniestro en una obra. En los últimos tres años la construcción suma más de 3.200 accidentes con baja.

«Una de las cosas que me preocupa mucho de la siniestralidad son los sobre esfuerzos», dijo la secretaria de Salud Laboral de CCOO, Maite Sánchez, quien ve tras este tipo de incidentes «una mala evaluación o una mala recepción de los riesgos laborales». Apuntó que hay acciones repetidas en el tiempo a las que no se ponen remedio y que van sobrecargando el cuerpo de los trabajadores. La responsable de CCOO señaló que los accidentes graves se han reducido, pero la tendencia en los leves es al alza. «El objetivo es reducir a cero» la siniestralidad.

Ambos sindicatos pusieron el acento en la siniestralidad en sectores como la ayuda a domicilio, donde apuntaron que se trata de personal que trabaja en hogares donde «no hay camas articuladas», normalmente, y donde cuesta hacer labores de prevención. «Todas tienen operaciones del túnel carpiano y en los hombros» señaló Álvarez, quien recordó que se asimilan con accidentes leves, pero acaban provocando «dolores crónicos».

En todas las actividades donde hay más de un centenar de accidentes, la comparación con 2020 es siempre a peor, aunque si se echa la vista a 2019, los resultados son positivos, con menos accidentes, en el campo, en la construcción, el comercio, el transporte, la hostelería, la industria y entre los empleados públicos. Los que sí suben son los percances de administrativos, que se duplican, y entre los trabajadores de las actividades sanitarias y los servicios sociales, castigadas por el impacto del coronavirus en un importante incremento de la contratación, que las sitúa como las terceras que más empleo generaron en 2021, por detrás de la hostelería y el comercio.