«Es importante que una empresa apueste por gente joven»

Manuel Espadas
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Pese a su juventud (San Sebastián, 1986), Aimar Bretos dirige desde hace año y medio Hora 25 en la Cadena SER, un programa histórico de la radiodifusión española. Este viernes, desde las 21 horas, se sentará delante del micrófono en Almagro

«Es importante que una empresa apueste por gente joven» - Foto: jparis

Pese a su juventud (San Sebastián, 1986), Aimar Bretos dirige desde hace año y medio Hora 25 en la Cadena SER, un programa histórico de la radiodifusión española. Este viernes, desde las 21 horas, se sentará delante del micrófono en el Centro de Tecnificación Gastronómica de Almagro, que se convertirá eventualmente en un singular estudio de radio, con entrada libre hasta completar aforo.

¿Conoce Almagro?

Estuve hace muchos años con mis padres. Sé que es uno de los pueblos más bonitos de España, pero la localidad más bonita es San Sebastián, claro. 

Como vasco que es, seguro que estará cómodo emitiendo desde el Centro de Tecnificación Gastronómico. ¿Entiende de cocina? 

Sinceramente, de lo que entiendo es de comer. En eso soy especialista, pero de tecnicismos no entiendo. Otras cosas se me darán bien, pero en la cocina soy nefasto, me limito a saborearla. Pero como Almagro es la única sede permanente del Basque Culinary Center fuera del País Vasco, será un buen momento para poder hablar de gastronomía.

¿Qué programa van a poder presenciar, por dentro, los que acudan al Palacio de Valdeparaíso?

Vamos a hablar, evidentemente, de teatro clásico y de gastronomía, pero también de los pasos que se están dando en la provincia en ahorro energético e inclusión digital. Vamos a hacer una macedonia muy interesante, con música y con un equipo VIP de analistas formado por David Bernabé, Jesús Maraña y Lucía Méndez. Creo que puede quedar una noche de radio muy bonita. 

Desde su creación, al frente de Hora 25 han estado Iñaki Gabilondo, Carlos Llamas, Àngels Barceló, Pepa Bueno y, ahora, Aimar Bretos. ¿No le da vértigo verse en esa lista?

No lo puedo negar, pero no puedo dejar que este vértigo sea paralizante. Hay que darle la vuelta y verlo desde el punto de vista del privilegio que supone pertenecer a una lista en la que están algunos de los mejores periodistas de la historia. Por eso, lo que debo hacer es retomar la fórmula que ellos implantaron e intentar perfeccionarla y actualizarla. Hora 25 es un programa con capas históricas, cada una con su sedimento, con su sello. Para mí el haber llegado hasta aquí no es una meta, es el inicio del camino.

La SER le puso al frente de Hora 25 con solo 34 años. ¿La juventud está siendo un aliado o un obstáculo en su carrera profesional?  

La edad no ha sido un obstáculo, pero tampoco un facilitador de nada. Cuando un entrevistado viene al estudio y se sienta delante de un micrófono amarillo, no solo ve delante al director del programa, sino que ve a la SER. Creo que es muy importante que una empresa apueste por gente joven. A las empresas se las conocen por las apuestas que hacen, y apostar por talento joven es un mensaje hacia adentro y también hacia afuera. 

¿Cuál es la fórmula para hacer una buena entrevista?

Cada entrevista es un mundo, y la experiencia dice por dónde debe ir, como un GPS que recalcula la ruta. La entrevista más triste es la que puedes hacer enviando un cuestionario por correo electrónico. 

¿Qué sello quiere dejar Aimar Bretos? ¿Cómo se puede actualizar la fórmula de éxito que es Hora 25?

Mi responsabilidad al frente del programa es mantener los estándares de calidad que ya tenía y adaptarlos a un nuevo público y a unos nuevos hábitos de consumo. En 2023 ya no todo el consumo de entretenimiento se hace en directo, ni en la radio ni en la tele ni en el cine. Tenemos que buscar el modelo que conjugue el directo con el consumo bajo demanda. Mi reto es llevar Hora 25 a esa doble dinámica de escucha.

Una radio que cada vez es más televisada. ¿La imagen es compatible con el mensaje de la radio o se corre el riesgo de distorsionarlo?

En este tema yo huyo de las purezas extremas, de los que creen que cuando metes una cámara en el estudio ya deja de ser radio. Estamos en un tiempo en el que todo es mixto, heterogéneo, en el que tendemos a formatos en los que se conjuga todo. La radio es radio, pero si puedes ver a la persona que te está hablando en la pantalla de tu móvil, no creo que reste nada. Es un modo de llegar a nuevos públicos. Nuestro objetivo es que nuestros contenidos lleguen a cuanto más público mejor.

Atrayendo a un oyente de perfil más joven también...

Para ello tenemos un gran aliado que es el pódcast, una vía de entrada a la radio para muchos jóvenes, con contenidos muy diseñados para su edad y sus hábitos de consumo, y a partir de ahí que se puedan enganchar al ecosistema de la radio. 

Se avecinan elecciones. ¿Cómo prevé la campaña?

No tengo una bola de cristal para adivinar por dónde van a ir los tiros, pero veo que la precampaña empieza a versar sobre temas que no están en la conversación de los ciudadanos, entre los que solo se habla de que no llegan a final de mes en pleno final de la cuesta de enero, con familias que lo están pasando canutas. Creo que esto puede provocar una desconexión con la política, que ahora, por ejemplo, está sumida en el debate de si debe gobernar la lista más votada, que además es un debate tramposo.  Y no niego la parte de culpa que tenemos los periodistas de crear burbujas temáticas que no interesan a nadie.