En la ronda de Alarcos, junto a la entrada al parque Gasset, en los primeros años del siglo XX se encontraba uno de los pocos surtidores de gasolina que existieron en esa época en Ciudad Real.
El surtidor de gasolina tuvo su origen a finales del siglo XIX. Fue un elemento fundamental, porque era el que permitía que el combustible se trasladase desde los tanques de combustibles hasta el propio vehículo. Se trataba de máquinas que en un principio eran accionadas manualmente, mediante una palanca, aunque posteriormente aparecieron los nuevos surtidores eléctricos, que seguían estando dotados de una bomba para accionarlos manualmente en caso de fallar la instalación eléctrica y de una palanca con la que iban cambiando de vaso.
Los surtidores antiguos eran altos y delgados, con un recipiente o vaso acristalado por donde pasaba el combustible antes de pasar a la manguera. Tan sólo tenían capacidad para dispensar cinco litros:para servir más, la máquina tenía que iniciar nuevamente el bombeo.
Surtidor y bodega. Una de las primeras 'gasolineras' - Foto: Tomás Fernández de MoyaEn la fotografía antigua se puede observar el surtidor de gasolina que había en las proximidades del parque Gasset. Junto a ese surtidor se localizaba un singular edificio construido en 1918, que además de vivienda contaba con una pequeña bodega familiar y que ahora forma parte del museo dedicado al Quijote. El elemento constructivo que se utilizó fue el ladrillo visto de color rojo. La fachada que destaca por su sobriedad, presenta ciertos detalles realizados con el propio ladrillo, formando figuras geométricas y recercando la parte superior de las ventanas. Así mismo, contenía de forma simétrica cuatro grandes ventanales.
La casa propiedad de la familia Beteta era una vivienda que tenía el acceso principal mediante una pequeña escalinata con peldaños a ambos lados, protegida por una barandilla con balaustrada. En la actualidad esta escalinata está modificada. La fachada principal daba vista a la entrada al parque Gasset, quedando la bodega en su parte posterior.
La edificación presenta unas peculiaridades muy específicas y simbolismos que guardan relación con la actividad que se desarrollaba en dependencias anexas, como era la bodega.
Un elemento que llama la atención, es la antigua puerta principal de entrada. Es una puerta metálica, de doble hoja, en la que de forma simétrica aparecen en cada una de sus hojas unos elementos decorativos interesantes. En la parte superior aparece un relieve con una cabeza humana de la que pende un racimo de uvas; a mitad de la puerta hay un llamativo aldabón ornamentado con una cabeza de animal y otros detalles, finalmente en la parte baja de la puerta aparece una cesta repleta de flores. La parte superior del marco de la puerta al igual que en todas las ventanas, hay un recercado de ladrillo que ornamenta el hueco.
Actualmente, este edificio se encuentra integrado en el conjunto arquitectónico del museo dedicado a la inmortal figura del caballero Don Quijote, donde se combinan obras de arte relacionadas con la novela cervantina con modernos montajes multimedia, donde destaca una imprenta que traslada al visitante al ambiente del siglo XVI. El museo fue inaugurado en el año 2001, realizándose obras de ampliación que fueron inauguradas en el 2015.