Docentes buscan formar en igualdad con un modelo coeducativo

A.M.
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Un estudio editado por el Instituto de la Mujer concluye que los futuros docentes apuestan por un modelo coeducativo de la etapa de Educación Infantil para favorecer la igualdad

Docentes buscan formar en igualdad con un modelo coeducativo - Foto: Javier Pozo

La educación es la mejor herramienta para cambiar cualquier conducta social, también las desigualdades. A día de hoy, sigue siendo necesario profundizar en un modelo que «permita a cualquier niña y niño desarrollarse personal y académicamente según su voluntad, su mérito y su capacidad, sin ningún tipo de condicionante de género». 

Es uno de los objetivos que se analiza en el informe 'La competencia para educar en igualdad de futuras y futuros docentes de Castilla-La Mancha', que es el tercer proyecto de investigación de la Cátedra de Investigación 'Isabel Muñoz Caravaca', que pusieron en marcha hace cuatro años la Universidad de Alcalá (UAH) y el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha.

Se trata de un trabajo de investigación realizado a profesorado en formación, -se ha tomado una muestra total de 1.208 personas-, para analizar el grado de conocimiento, las habilidades y la sensibilización que los docentes en formación tienen en relación a la igualdad.

Los futuros docentes reclaman un modelo coeducativo desde la etapa de Educación Infantil, y el primer paso para poder hacerlo, apunta el informe «es comprender la igualdad de género y ser conscientes de las desigualdades que aún existen en nuestra sociedad». 

En este punto, lo resultados del informe determinan que esta joven generación de docentes en formación «tiene gran cantidad de información a su alcance en materia de género, pero no siempre la ha interiorizado correctamente» y es que concluyen que solo consiguen detectarlas cuando el conocimiento sobre igualdad es más profundo. Por eso, «la formación en materia de igualdad de género dentro del currículum oficial se convierte en una necesidad». 

El informe confirma una realidad que ya conocíamos, que «todavía existen muchas situaciones de machismo, estereotipos y roles de género en todas las esferas sociales, desde el ámbito laboral al familiar, que impiden afirmar que nuestra sociedad es completamente igualitaria», y para cambiarlo, las personas participantes consideran que será necesario un «cambio en los valores y las creencias de la población, especialmente aquellos que sustentan los estereotipos de género y el sexismo explicados». 

La nueva generación de docentes considera que sería fundamental «implicar a todas las instituciones que forman la sociedad: desde la familia al gobierno, pasando por las empresas, los medios de comunicación, incluso la industria juguetera». Creen que trabajando desde una perspectiva de género en todos esos ámbitos se puede generar un cambio social. Sin embargo, son conscientes de que para conseguir una igualdad plena entre hombres y mujeres, como docentes, «deben tener el conocimiento y las herramientas adecuadas en materia de coeducación». Unas herramientas que, destacan, debe ser la propia institución educativa quien las proporcione.

Profesión feminizada. El informe ha detectado cierto sexismo en el ámbito educativo, de tal manera que «creen que la enseñanza es un sector que socialmente se ha feminizado» y que es más «normal» y «lógico» que sean las mujeres las que quieran dedicarse a ello. Hasta tal punto, que detectan «cierto rechazo de la sociedad» hacia los hombres que quieren estudiar Magisterio, sobre todo por parte de las familias del alumnado.

Otro de los focos marcados por estereotipos que han detectado, es el comportamiento de los escolares en los patios. Las personas entrevistadas en formación demandan «la intervención del profesorado, de manera que se fomente la participación igualitaria en los patios, espacios de socialización donde el alumnado invierte más de 500 horas al año». Apuestan por patios coeducativos en los que las actividades no fomenten ningún tipo de estereotipo de género. 

También alertan de las diferencias que se puedan producir en las vestimentas, uniformes o incluso disfraces, «reclaman libertad de elección, sin ningún tipo de penalización para las y los alumnos a la hora de vestir».

Perspectiva de género. Las personas entrevistadas hacen referencia además a la falta de perspectiva de género en el actual currículo educativo, desarrollando las asignaturas «desde el punto de vista androcéntrico», por eso piden algo que se lleva tiempo reclamando pero parece que no termina de llegar en su totalidad, un temario educativo  «que sea más inclusivo, otorgando a las mujeres que posibilitaron el avance social, cultural y económico de la sociedad el lugar que merecen».

Consideran necesario que «se estudien y visibilicen las contribuciones que las mujeres han hecho a lo largo de la historia. Para ello, proponen «el ejercicio de la búsqueda de representantes femeninas, pero sin dejar de estudiar las aportaciones de los hombres». A la hora de abordar las asignaturas, consideran imprescindible «la utilización del lenguaje inclusivo y los mensajes de empoderamiento», así como «desmontar los roles tradicionales que se transmiten a través de la socialización diferencial». 

Para conseguir todos estos objetivos reclaman «mayor formación en igualdad» para todas aquellas personas que vayan a trabajar en el ámbito educativo, pero también consideran necesario «la formación en igualdad para las familias». Proponen conocer «de dónde parten las familias en términos de igualdad» y poder ofrecerles información «acerca de la terminología vinculada con la igualdad y desigualdad de género, además de una contextualización de la situación de desigualdad entre mujeres y hombres», acciones que consideran, sentarían las bases para poder caminar hacia una igualdad aprendida desde la infancia.