La fuente del Carmen

Rafael Cantero
-

En 1859, el Ayuntamiento acordó instalar en el casco urbano tres fuentes que darían agua potable a cada uno de los barrios de la capital: San Pedro, Santa María y Santiago

La fuente del Carmen

El agua es uno de los recursos básicos más importantes para una ciudad. Garantizar el acceso de agua potable es un objetivo básico para la población y asegurar el progreso.

La escasez de agua ha sido uno de los grandes problemas que ha sufrido históricamente Ciudad Real. Esta circunstancia se vio agravada con el aumento de la demanda y el crecimiento de la población, acentuada en ocasiones cuando se presentaban épocas de sequía. Conscientes de esta situación, las autoridades municipales que se han sucedido a lo largo del tiempo en los distintos gobiernos municipales, no han escatimado esfuerzos para localizar y gestionar nuevas captaciones de agua que asegurasen un abastecimiento regular de sus habitantes. 

Coincidiendo con la ejecución del proyecto de traída de las aguas, realizado por el ingeniero industrial Eugenio Salanier y Bemond, en 1859, el Ayuntamiento acordó instalar en el casco urbano tres fuentes. La primera se localizó en la plaza del Pilar, la segunda se levantó en la plazuela de las religiosas del Carmen y la tercera, en la plazuela existente frente al colegio de San José, hoy plaza Virgen de las Lágrimas. De esta forma habría una fuente de agua potable en cada uno de los barrios de la ciudad: San Pedro, Santa María y Santiago. 

La fuente del CarmenLa fuente del Carmen - Foto: Rueda VillaverdeLa importancia que han tenido las fuentes en la vida de las personas y de las ciudades ha sido crucial. Estas pequeñas fuentes se convirtieron pronto en el corazón de los barrios y punto de encuentro de vecinos y trajinantes

En los años iniciales del siglo XX, Ciudad Real atravesaba un serio problema de escasez de agua, toda vez que el agua que aportaban los sondeos existentes era insuficiente para la demanda que presentaba la ciudad. Después de valorar distintos proyectos para la captación de agua, en 1912 se decidió excavar y entubar un pozo en la zona de las llamadas por entonces Huertas de La Poblachuela, por entender que era el lugar que más garantía ofrecía.

Con la puesta en funcionamiento del pozo de La Poblachuela se renovaron las fuentes de agua pública de Salanier. Entre las fuentes que se reemplazaron se encontraba la situada en la plaza del Carmen. Esta fuente estaba en un lateral de la puerta de entrada al convento. El nuevo diseño del que se dotó a la fuente, similar al que se llevó a cabo de la plaza de la Virgen de las Lágrimas, constaba de una base hexagonal con seis grifos y su parte superior estaba coronada por una farola de fundición. 

Pasados los años, la farola-fuente de 1912 fue sustituida por una nueva de fundición, con dos grifos y situada ahora en el centro de la plazuela del Carmen. Esta fuente es la que muestra la fotografía superior.

Los problemas del abastecimiento de agua seguían estando presentes en el día a día de la ciudad, se sucedían los esfuerzos para mejorar el abastecimiento y aumentar el caudal del agua disponible, ampliando la red de fuentes públicas para satisfacer, al menos, las necesidades mínimas de los vecinos. El problema del abastecimiento de aguas a Ciudad Real empezó a solucionarse con la construcción del embalse de Gasset, cuyas obras comenzaron en 1900, y los nuevos depósitos de la Atalaya.