Los hospitales de la provincia de Ciudad Real muestran síntomas, al cierre de 2022, de estar aún recuperándose del parón que supuso el COVID en la atención a los pacientes. El confinamiento tuvo un efecto en las listas de espera ante la necesidad de replantear operaciones, consultas y técnicas, lo que hizo que muchas personas dejaran de aparecer en el sistema, primero, porque los esfuerzos se centraron en frenar la pandemia, y luego hubo que retomar los llamamientos y reprogramar su atención, lo que llevó a un aumento de las cifras oficiales. De este modo, 2021 fue cuando se recuperó la normalidad y con ella hubo un aumento de las personas que estaban pendientes de que les dieran cita con el especialista. En cambio, en 2022, una vez el médico ha visto la dolencia, el aumento se ha trasladado de forma escalonada a técnicas y operaciones, durante la primera mitad del año pasado, para luego reducirse las cifras, incluso con mejores datos de los que había antes de la pandemia. En datos globales, los seis hospitales de la provincia cierran 2022 con 31.359 pacientes en espera, 19.294, más de la mitad, pendiente de consulta; 8.232 a la espera de una operación; y 3.833 ciudadrealeños que aguardan para someterse a una prueba para conocer cuál es su dolencia.
Esa sucesión de hechos de estos dos últimos años ha provocado que se hayan mejorado los tiempos de espera en las operaciones en la provincia. Quienes están a la espera de que les citen para una operación están en la lista una media de 81,4 días, uno menos que hace un año, pero casi un mes menos, 29 días de lo que tenían que esperar en 2019. En esta reducción del tiempo medio es clave que, como pasara en 2021, no haya ningún paciente en hospitales de la provincia que pase más de 180 días para entrar en quirófano, lo que ha permitido reducir estas cifras. En 2019, antes de la pandemia, una de cada cuatro personas estaba de media seis meses en lista de espera quirúrgica.
Esta situación ocurre pese a que hay más personas pendientes de operación al cierre de 2022 de las que había en 2021, 748 más en los hospitales ciudadrealeños. Se trata de un incremento que tiene que ver con ese aumento de consultas tras el COVID y que ha provocado una especie de cuello de botella, en el que los pacientes ven al especialista y tienen que ir después a hacer una prueba u operarse. Con todo, si se compara este dato con lo que había antes de la pandemia, al cierre de 2019, la lista de espera para operaciones ha mejorado, con 1.185 pacientes menos, un 12,58 por ciento menos de personas esperando.
En cuanto a consultas, se produce una situación inversa a las operaciones: baja el tiempo respecto a lo que había que esperar en 2021, pero crece si se compara con lo que había antes de la pandemia. De media en la provincia hay que aguardar unos 41 días, en 2021 el dato fue de 44 y antes del COVID-19 la cifra era de solo 28 días. Es la consecuencia del aumento de personas que están más de 60 días pendientes de cita con el especialista.
Esta situación ocurre pese a que 2022 se cierra con menos pacientes en espera de una consulta. El dato se sitúa por debajo de los 20.000, cifra que, salvando el año del COVID con los cambios que provocó la pandemia, no se había logrado en la última década. La cifra se reduce en un 10%, 2.282 pacientes menos en espera, solo en el último año. Así, hay menos gente pendiente de ver a un especialista, pero de media tardan más en recibir la cita.
Por último, en técnicas diagnósticas es donde se encuentra el foco, en estos momentos, en las listas de espera de la provincia. Los tiempos han aumentado respecto a los que había antes de la crisis sanitaria del coronavirus en una semana, 23 días, y es prácticamente el mismo tiempo que se esperaba al cierre de 2021. Además, hay un millar de personas más pendientes de técnicas, un aumento del 39 por ciento. Hay una situación muy dispar entre hospitales, con grandes descensos y aumentos tanto en la lista como en el tiempo.