El Ayuntamiento de Daimiel ha dado el visto bueno este lunes a la actualización de su Plan de Ajuste a diez años, cuya última revisión fue en 2019. La medida, aprobada en sesión plenaria con carácter extraordinario, lleva aparejada un incremento de 125.000 euros para soportar el 1,5% del incremento salarial de los empleados públicos, que fue aprobado por el gobierno de España en octubre de 2022 y que tenía efectos retroactivos desde el 1 de enero de dicho año.
Dicho acuerdo también contemplaba un incremento de sueldo para 2023 del 2% (ampliable un 0,5% adicional en función de la variación del IPC armonizado) que contempla el presupuesto ordinario del Ayuntamiento ya en vigor.
Desde la última modificación del Plan de Ajuste, la única medida contemplada es la reducción de deuda y, por tanto, nivel de endeudamiento, pero no implica medidas adicionales, como explicó el portavoz del equipo de Gobierno, Jesús David Sánchez de Pablo.
Debate
Durante el debate, el concejal de Izquierda Unida, Galo Sánchez-Bermejo, centró su intervención reprobar la "inoperancia" del equipo de Gobierno, basada en el pago de la deuda del Ayuntamiento. Le pidió "otras políticas" para "transformar" la ciudad y la vida en Daimiel. El edil consideró que "los ciudadanos son rehenes de esa deuda".
Por su parte, el portavoz del Partido Socialista, Ramón Galiana, explicó que su grupo municipal no votó en su día el Plan de Ajuste, se abstuvo en la modificación de créditos y en la correspondiente Comisión de Hacienda, hechos en los que basó su abstención resumiéndolos en dos circunstancias: "no tener datos ni tomar decisiones en materia económica"
El popular Sánchez de Pablo mostró su sorpresa por que IU convirtiese el pleno en un mitin electoral en vez de hablar de la actualización del Plan de Ajuste que "en lo único que nos compromete es a seguir amortizando la ingente deuda que todavía se acumula", reseñó.
El portavoz glosó que en noviembre pasado el Ayuntamiento se adhirió al Fondo de Ordenación para poder hacer frente al pago de la subida salarios de los empleados públicos del 1,5% con carácter retroactivo, y, ahora, "tenemos la obligación de actualizar dicho plan de ajuste en el mes posterior al trimestre en el que se haya concertado la nueva operación. Y así incorporamos estos 125.000 euros que tenemos en el Fondo de Ordenación a los 16 millones de euros de deuda, incluida la de EMUMASA, que tenemos a 31 de diciembre de 2022". Esa cuantía supone un 0,7% del total de la deuda por lo que "no tiene ninguna repercusión en la situación económica-financiera" municipal.
Defendió Jesús David Sánchez de Pablo que "opinar es fácil" frente a los datos que proporcionan una "mejor situación económica" en el Ayuntamiento al haber pasado de un nivel de endeudamiento del 186 al 90% y de 38 a 16 millones de euros de deuda en 11 años. Expuso que los datos de paro alcanzados en 2022, los "mejores" desde 2007, son el principal argumento para responder que "Daimiel tiene presente y un mejor futuro", e indicó a IU que "a pesar de las diferentes crisis, las empresas daimieleñas se han consolidado, apostando por su crecimiento en Daimiel e impulsando otros sectores auxiliares en Daimiel, como la logística". Una situación a la que el Ayuntamiento ha contribuido congelando las tasas e impuestos públicos y apostando en la última década por mantener los servicios sociales y la oferta de actividades deportivas, culturales y lúdicas.
El alcalde, Leopoldo Sierra, cerró la sesión recalcando que la amortización de deuda ha supuesto 2 millones de euros anuales y ese hecho ha condicionado una acción política en la que se ha evitado subir impuestos. Del mismo modo defendió el papel de los ediles "al lado de las asociaciones y sus actividades" y "en la calle con los vecinos".
Una vez finalizado el debate se votó esta actualización con la que la deuda pendiente de amortizar a 31 de diciembre de 2023 será de algo más de 13 millones de euros, a los que habría que sumar los 1,4 millones de euros aproximados que debe Emumasa a Gicaman.