Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Casado pretende aguantar... y continuar de presidente

21/02/2022

No se da por vencido, pretende aguantar hasta el congreso de julio, pero debe ser el único miembro del PP que cree que llegará hasta entonces. Los dirigentes regionales, y también algunos nacionales, analizan con lupa los estatutos para estudiar las fórmulas que permiten convocar un congreso extraordinario. Quieren hacerlo cuanto antes, ya, por temor a que Sánchez convoque elecciones y les pille en el peor de los momentos, en la crisis más grave de su historia.

Casado intenta una estrategia de corto recorrido: refugiarse en sus incondicionales, la directiva nacional, la decena de personas más afines. Secretario general, vicesecretarios y portavoces parlamentarios. Sería inaudito que en una reunión de ese tipo alguien levante la voz para decirle a Casado lo que varios confiesan en privado: que debe asumir que no puede seguir al frente del partido, que son muchas las inquinas que ha acumulado Teodoro García Egea en sucesivas maniobras para tratar de controlar regiones y provincias colocando a sus afines, y que el propio Casado está también abrasado.

Casado quiere aguantar hasta julio, pero es impensable que se pueda prolongar tanto tiempo la invivible situación actual. Demasiadas heridas abiertas, excesivos encontronazos, incontables errores que no se solucionan con prescindir del secretario general y aquí paz y después gloria. Paz, difícil. En cuanto a gloria, imposible. El rechazo hacia Pablo Casado es mucho mayor de lo que imagina, y no hace falta que se publiquen sondeos con el sorpasso de Vox, o la peligrosa cercanía de Vox, para comprender que el PP está en peligro: no hay más que darse una vuelta por la calle, o conversar con votantes habituales del PP, para advertir que no quieren saber nada de Casado. Ven a Vox como alternativa en las urnas porque por un lado abominan de Sánchez y por otro creen que votar a Ciudadanos es voto perdido. Pero cuidado, que si el PP no toma decisiones drásticas, no sería raro que finalmente la inquina hacia Vox obligue a mirar hacia la sede de las Ventas y renazca el partido de Arrimadas.

Unos dicen que Casado está anímicamente destrozado; otros que es tanta la animadversión que siente hacia Isabel Ayuso, su antaño mejor amiga, que solo se consolará si la ve imputada. Probablemente la verdad está en el medio: no quiere a una Ayuso vencedora, pero al mismo tiempo se encuentra alicaído por las consecuencias de los errores cometidos.

Lo que importa es qué va a ocurrir, y hay datos reveladores. Uno, que ninguno de los barones regionales excepto López Mira- murciano y amigo de Egea- ha expresado este fin de semana su apoyo explícito a Casado. Dos, que esos barones han pasado los últimos días cambiando impresiones por teléfono, y casi todos han hablado en algún momento con Feijóo. Tres, que Feijóo ha declarado que "Hay que tomar decisiones que no son fáciles". Se le entiende todo.