Más de 120 familias han utilizado las tarjetas monedero que Cáritas Ciudad Real puso en marcha el año pasado dentro de su estrategia de dignificar las ayudas que hace llegar a las familias.

El proyecto, que se puso en marcha como experiencia piloto en 2021 en Manzanares y Almagro, se ha extendido a otros diez municipios de la provincia donde está presente Cáritas.

De esta forma, las familias que reciben las ayudas pueden comprar con ellas aquellos productos más prioritarios en cada momento y pudiendo cubrir distintas necesidades básicas, no solamente las de alimentación, ha informado la organización a través de sus redes sociales consultadas por EFE.

Con esta estrategia, Cáritas trabaja en promover la autonomía de las personas, respetando su capacidad de elección y participación, e incentivando la economía local, de barrios y pueblos. De este modo, cada persona compra en las tiendas y comercios, según su necesidad, a la vez que se les permite fomentar sus relaciones de proximidad.

Este tipo de trabajo consigue, han explicado, no generar espacios o proyectos reservados y de uso exclusivo a población en situación de exclusión o vulnerabilidad, que en ocasiones hacen sentir vergüenza, señalan y estigmatizan a las personas que han de recurrir a ellos.

Se espera que a lo largo de 2023 otros ocho municipios de la provincia donde Cáritas tiene sede empiecen utilizar las tarjetas monedero en el acompañamiento a los más necesitados.

Los equipos de Cáritas que ya están trabajando en el proyecto de las tarjetas reconocen que esta nueva metodología "es más inclusiva y ofrece mayores alternativas a la hora de acceder a las necesidades básicas".

En el mismo sentido, han valorado que es "un paso importante en los procesos de acompañamiento de las familias, ya que respeta su dignidad, favorece su participación, su responsabilidad y les permite incorporarse a la normalidad de la vida".

Por otro lado, "la utilización de las tarjetas aporta información en cuanto al modo de organización y administración del dinero, costumbres y hábitos de consumo, o si los alimentos que compran son saludables, entre otras cuestiones", ha añadido.

Para trabajar en este proyecto se cuenta con la ayuda de Globalcaja, que ofrece la solución técnica que más se adecua a las necesidades de Cáritas.