Recogimiento y oración

Pilar Muñoz
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Centenares de personas han acompañado al Cristo de la Buena Muerte este Lunes Santo partiendo de la Catedral Prioral para realizar la primera estación en la calle Camarín

Un grupo de jóvenes portando el paso del Cristo de la Buena Muerte en el Vía Crucis del Lunes Santo

Recogimiento, oración y devoción han presidido el Vía Crucis más sentido y esperado tras los dos largos años de pandemia. Este año ha llamado la atención la altísima participación de personas, tanto en el recorrido de la estación penitencial como en las calles por donde ha transcurrido. Entre la multitud de fieles, muchos jóvenes que han ido portando la imagen del Cristo de la Buena Muerte sobre la cruz de madera a lo largo del Vía Crucis, transmitiendo paz y devoción al tiempo que invitaban a la oración por los enfermos y quienes sufren la sinrazón de las guerras.

La estación penitencial comenzó pasadas las diez de la noche del Lunes Santo en la Catedral Prioral para continuar por las calles Camarín, Caballeros, Vía Crucis, Toledo, Calatrava y Paloma hasta llegar a la iglesia de San Pedro donde el grupo de scout de esta parroquia tomó la cruz para continuar hasta llegar a la Plaza del Pilar y finalizar en la Catedral. Sobre las once y media de la noche hubo que cubrir el paso con un plástico tras hacer su aparición la lluvia. La última estación la leyó el obispo prior Gerardo Melgar.

Más fotos:

Otro momento del Vía Crucis con un grupo de adultos portando el paso del Cristo de la Buena Muerte
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El Cristo de la Buena Muerte en la Catedral rodeado de fieles
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Recogimiento y oración
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